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Opinión | Segunda mano
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El abrigo de otros

Basta con que la o el 'influencer' adecuado —no todos valen— promocione las bondades y ventajas de la compra de ropa de segunda mano para que lo que antes era viejo pase ahora a ser 'vintage'

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Barcelona 5/10/2025 Barcelona Tema tiendas de ropa de segunda mano en el Raval. Vintage, Holala. Carrer Tallers AUTOR: JORDI OTIX

Barcelona 5/10/2025 Barcelona Tema tiendas de ropa de segunda mano en el Raval. Vintage, Holala. Carrer Tallers AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix / EPC

La cultura aspiracional es la mejor aliada del consumismo en bucle y, por ende, del negocio sin fin. Aspiramos a lo que no tenemos sin perder la esperanza de alcanzarlo, y así poder desear otras tantas cosas que tampoco poseemos, aunque para conseguirlas debamos deshacernos de las primeras. Queremos tener para ser. Tener un bolso u otro para pertenecer a una tribu u otra. O, al menos, parecerlo. Ahí está la clave.

El mercado de la ropa de segunda mano lleva años experimentando un auge que parece no haber tocado techo. Sin embargo, como en toda moda, los matices empiezan también a formar parte de este universo de prendas usadas.

Pensar que solo la sostenibilidad, la conciencia colectiva o la economía circular están detrás del éxito de las tiendas de ropa usada es tan realista como creer en unicornios de cuerno multicolor y crin rosada. No dudo de que haya quien compre en alguno de estos comercios con esos parámetros tan solidarios en mente; pero, del mismo modo, creo que si ese fuera el único motor, estaríamos ante un pequeño reducto de militantes verdes, no ante un fenómeno de masas entre los más jóvenes.

La juventud se mueve, mucho me temo, por otros criterios: los que basculan entre la ética y la estética, la conciencia y la apariencia, el mimetismo y la pertenencia coral.

Así, basta con que la o el 'influencer' adecuado —no todos valen— promocione las bondades y ventajas de la compra de ropa de segunda mano para que lo que antes era viejo pase ahora a ser 'vintage', y los descartes de unos armarios se conviertan en objetos del deseo de otros. Sin 'storytelling', ya no hay éxito posible.

En el trasfondo, late la misma pulsión de siempre: comprar lo inaccesible a un precio accesible. Tener para parecer.

En el vértice opuesto, las tiendas de ropa de segunda mano alivian la precariedad de incontables familias. Algunas de las más populares hoy nacieron con ese objetivo hace décadas. Aquí la realidad aplasta la moda: comprar tres jerséis que abriguen por el precio de uno nuevo. Sobrellevar el invierno como se sobrelleva la pobreza.

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