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Opinión | Gaza
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¿Por qué tanta antipatía con la flotilla?

La verdad es que no entiendo tanta aversión y tanto rencor, seguramente es que a algunos estos activistas les molestan porque no son de su cuerda ideológica

Israel asalta los barcos de una nueva flotilla a Gaza y detiene a ocho españoles

Llegada de la Flotilla en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, a 6 de octubre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Un grupo de 27 españoles de la flotilla Global Sumud que quedaban en Israel ha vuelto a España en tres vuelos, uno militar con destino Madrid y dos comerciales con destino Barcelona y Bilbao. Entre la llegada del domingo, 5 de octubre, y hoy ya son 48 de 49 los españoles que han regresado tras ser detenidos por el Gobierno de Israel. La integrante que falta sigue detenida tras ser acusada de morder a una funcionaria. Lorena Sopêna / Europa Press 07/10/2025. LORENA SOPENA / Europa Press;FLOTILLA;CUP;CATALUÑA;Llegada de algunos de los integrantes de la Global Sumud Flotilla a Barcelona

Llegada de la Flotilla en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, a 6 de octubre de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). Un grupo de 27 españoles de la flotilla Global Sumud que quedaban en Israel ha vuelto a España en tres vuelos, uno militar con destino Madrid y dos comerciales con destino Barcelona y Bilbao. Entre la llegada del domingo, 5 de octubre, y hoy ya son 48 de 49 los españoles que han regresado tras ser detenidos por el Gobierno de Israel. La integrante que falta sigue detenida tras ser acusada de morder a una funcionaria. Lorena Sopêna / Europa Press 07/10/2025. LORENA SOPENA / Europa Press;FLOTILLA;CUP;CATALUÑA;Llegada de algunos de los integrantes de la Global Sumud Flotilla a Barcelona / Lorena Sopêna / Europa Press

Ha vuelto la flotilla de Gaza. Muchos se alegran y se felicitan por lo que ha supuesto este viaje, cuyo objetivo principal era llevar ayuda humanitaria al pueblo de Gaza, aunque, tal como se sospechara, los barcos fueran interceptados antes de conseguirlo. A pesar de fracasar en la entrega de la ayuda material, lo importante fue que se ayudó de otra manera: acercarse a la zona y mostrar ante el mundo cómo Israel es capaz de saltarse lo que haga falta con tal de impedir que ni un solo barco llegase a Gaza.

Mientras los deportados españoles volvían a casa triunfales y eufóricos por haber conseguido la gesta, muchos ciudadanos se mofaban de ellos, argumentado que todo había sido un teatrillo de unos cuantos perroflautas a los que, ojo al comentario que oí yo mismo, habría que ponerles a trabajar a todos. Comentarios despectivos, muy hirientes algunos, extrañamente vejatorios, llenos de rencor y antipatía hacia esas personas que emprendieron con mayor o menor fortuna un arriesgado viaje cuyo resultado era impredecible, teniendo en cuenta que se provocaba a un ejército tan sanguinario como el de Israel.

Seguramente, a un gran número de observadores no les haya parecido bien el viaje, aunque no sé qué por qué tanto le ha molestado que algunos decidieran levantar el culo del sofá para enrolarse en una operación de tanto riesgo. He oído a algunos que se han quedado en casa diciendo que esta operación ha puesto en peligro la seguridad de la nación, es decir que la decisión de los activistas suponía un compromiso político para España. ¿Y qué? Nadie, salvo la sociedad civil, puede hacer una movilización como esta, precisamente porque son personas sin cargos, teóricamente sin ninguna orientación política, con el único objetivo de salvar vidas. Curiosamente, la administración española lanzó en agosto pasado unas 5.500 raciones de comida, y se criticó menos aquello de lo que se ha criticado ahora a la flotilla.

La verdad es que no entiendo tanta aversión y tanto rencor, seguramente es que a algunos estos activistas les molestan porque no son de su cuerda ideológica, y ya se sabe, la división de este país es cada vez más radical, tanto, que da mucha pena.

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