Opinión | Sociología
Carles Sans
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Ser pijo está de moda

Hoy en día, muchos jóvenes aceptan y reconocen la pijería como un plus. Mola, al igual que ser de derechas

Raquel Peláez, autora del libro 'Quiero y no puedo. Una historia de los pijos de España'.

Raquel Peláez, autora del libro 'Quiero y no puedo. Una historia de los pijos de España'. / Pablo Zamora

Hay un estereotipo de vacaciones que se ha instituido socialmente que es el de viajar, ir a la playa, hacer muchas de las cosas que están convencionalmente estructuradas. Pero está claro que hay muchas personas que durante las suyas, ni viajan, ni van a la playa ni al campo, ni hacen nada que cumpla con el estereotipo que está en nuestro imaginario. Si bien es cierto que la mayoría emprendemos un viaje, alquilamos un apartamento o visitamos la playa, los hay que apenas sí se bañan, apenas sí se desplazan, a lo sumo hacen una breve escapada de pocas horas, y no se preocupan en broncearse como hacemos el resto, y a veces no es por falta de recursos, sino porque simplemente no quieren. Me decía un conocido que a él esas pijadas no le gustan.

Acabo de terminar de leer un libro muy entretenido, escrito con rigor, sobre la historia de los pijos de este país. Sí, como lo oyen. El libro se titula 'Quiero y no puedo'. Es un ensayo escrito por Raquel Peláez y en él se repasa con ironía la evolución del fenómeno pijo en España. Desde los señoritos del siglo XIX hasta los actuales 'cayetanos'. En el libro se desgranan las costumbres de aquellos que han crecido a lo largo de las décadas a la sombra de la pijería según el momento social y político. Me parece especialmente interesante el capítulo en el que se establecen ciertas diferencias entre la pijería madrileña y la barcelonesa, en aquellos años anteriores a la Transición.

En mis tiempos de estudiante, ser pijo estaba mal visto; haberlos, los había, pero nadie quería aceptar serlo porque representaba simpatizar con la ideología facha, tan denostada en tiempos de la incipiente apertura política. Hoy en día, muchos jóvenes aceptan y reconocen la pijería como un plus. Ser pijo mola al igual que ser de derechas. Hoy la juventud quiere ser rica en tiempo récord, tener dinero está de moda; por tanto, si hacerse rico como sea es un anhelo y los ricos son de derechas, ser pijo y de derechas está de moda.

Léanse el libro, es una lectura interesante, tanto para 'cayetanos' como para los más antipijos, ya verán. 

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