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El barómetro señala la vivienda

Los precios al alza, tanto en la venta como en el alquiler, explican en parte la creciente preocupación ciudadana

La vivienda ya es el principal problema de Barcelona: la inseguridad encabezaba la lista desde 2018

Solo el 25% de los impuestos en vivienda se destina a políticas habitacionales en Cataluña

Solo el 25% de los impuestos en vivienda se destina a políticas habitacionales en Cataluña

En las distintas oleadas de barómetros municipales, que sirven para tomar el pulso de la ciudadanía dos veces al año, la inseguridad se mantenía desde diciembre de 2018 en lo más alto de las preocupaciones cotidianas de los barceloneses. Más de seis años después, ha sido desbancada en el ránking por el acceso a la vivienda, hoy por hoy la problemática más candente de la ciudad. En el barómetro de julio, que acabamos de conocer, un 29,9% de los ciudadanos entiende que la cuestión habitacional es la que más les afecta, mientras que un 23,1% considera que la percepción de falta de seguridad en la capital es más importante. Los casi 7 puntos porcentuales de distancia 'desempatan', por decirlo así, la equiparación que se daba en el último barómetro, el de diciembre de 2024. Y para que eso ocurra se han dado dos circunstancias. Por un lado, la continuidad al alza del precio de la vivienda como cuestión primordial y el descenso notable que la inseguridad ha experimentado. Este tipo de encuestas funcionan a menudo como vasos comunicantes, en el sentido que el ascenso de una preocupación viene dado en función del decrecimiento de otra, aun cuando las más presentes en la mente del ciudadano mantienen una cierta línea de continuidad. Es desde esta perspectiva que debe analizarse el empuje inusitado del acceso a la vivienda como principal problema. 

En un análisis diacrónico, cabe apreciar unos niveles muy bajos a finales del siglo XX y en los primeros años del XXI, hasta la llegada de la burbuja inmobiliaria, que hizo subir el porcentaje hasta casi los 20 puntos. Después, la bajada en el índice de problemáticas descendió de golpe hasta estabilizarse en la banda baja en la primera mitad de la década de 2010. A partir de 2015 ha ido subiendo, pero lo vivido desde enero de 2024 nos demuestra, sin lugar a dudas, que las dificultades para acceder a una vivienda son determinantes en el día a día. Hemos pasado de un 11,7% a un 16,6% (julio de 2024) y, luego, la flecha se ha disparado, desde el impresionante dato de diciembre de 2024 (un 28,8%) hasta el aumento de un punto más en este último barómetro. Los precios al alza, tanto en la venta como en el alquiler, la falta de vivienda protegida o, entre otras causas, el auge de los pisos turísticos, ha derivado en una crisis habitacional que preocupa tanto como para erigirse en la cuestión más decisiva de los últimos meses. Visto el barómetro municipal, es un dato a tener en cuenta el fracaso de las negociaciones para adecuar la norma de la reserva de un 30% de vivienda protegida en caso de obra nueva o rehabilitación de edificios. Como recordó EL PERIÓDICO en su editorial, los «palos en las ruedas» del grupo municipal de Junts a la propuesta socialista han derivado «en una parálisis inaceptable».

En otro orden de cosas, cabe apreciar el repunte del turismo (vuelve a subir hasta casi un 10% y se coloca como tercera preocupación ciudadana) y el leve, pero inquietante, aumento del porcentaje de «problemas asociados a la inmigración», hasta un 5,7%, en cuarto lugar. En la parte positiva, crece la percepción de una Barcelona que mejora, aunque sigue siendo más alto (si bien ha decrecido) el número de barceloneses que consideran lo contrario.