Opinión | GATO ADOPTIVO

Ferran Boiza

Ferran Boiza

Director adjunto de EL PERIÓDICO

La prisa arrolla a Sánchez y a Feijóo

Núñez Feijóo interpela a Sánchez en el Congreso

Núñez Feijóo interpela a Sánchez en el Congreso / Juan Carlos Hidalgo / EFE

Los errores no forzados son un concepto que se utiliza principalmente en deportes de raqueta y que describe un fallo que no está directamente provocado por la habilidad o la presión del oponente, sino por la propia falta de técnica, concentración o decisión. Se trata de un indicador clave en las estadísticas de los partidos que se utiliza para evaluar la consistencia del jugador, ya que muchas veces revela ansiedad. La política española lleva mucho tiempo inmersa en una aceleración sin fin que se ha visto agravada por la explosión del caso Cerdán y las prisas, que nunca son buenas consejeras, amenazan con arrollar a un Sánchez cercado por la corrupción, pero también a un Feijóo al que muchos quieren marcar el camino. 

Un error no forzado de libro fue la declaración institucional de Pedro Sánchez el domingo por la tarde desde Moncloa a cuenta del gasto en defensa que exige la OTAN. La carta del secretario general de la alianza atlántica publicitada por el propio Sánchez ya casaba regular con la contundencia de su afirmación, pero la aclaración de ayer lunes del propio Mark Rutte deja fuera de juego al Gobierno: España deberá alcanzar al menos el 3,5% del PIBen gasto militar para estar al nivel de sus sus socios, no el 2,1%. A unas horas de la declaración de Ábalos y Koldo ante el Supremo, el presidente necesitaba apuntarse un tanto, pero calculó mal y el tiro le salió por la culata. 

Tampoco estuvo acertado, horas después, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al alimentar la teoría del ‘pucherazo’ en las elecciones generales que el domingo había agitado José María Aznar: “Si uno ha robado en una joyería, ¿por qué no en un banco?”. Feijóo perdió la ocasión de poner a Aznar en su sitio, alejarse de los sectores de su partido que lo quieren empujar a un esquina del cuadrilátero y defender que en España, donde el PP ha gobernado 15 años, las elecciones tienen todas las garantías. Abonar lo contrario contribuye a la desafección y a alimentar peligrosos discursos antisistema.

Como dice la sabiduría popular, “vísteme despacio, que tengo prisa”.

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