Opinión | Obituario
Sergi Guillot

Sergi Guillot

Director general de Prensa Ibérica

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Gracias, Paco

No sé si eras mejor empresario o académico. El perfecto equilibrio entre acción y reflexión. Hay que pensar y planificar pero las ideas no valen nada si no las haces realidad

Muere Paco Solé Parellada, propietario del restaurante 7 Portes

Francesc Solé Parellada, con el manuscrito 'Receptari Caules. Cuina menorquina del segle XVIII'.

Francesc Solé Parellada, con el manuscrito 'Receptari Caules. Cuina menorquina del segle XVIII'. / Marta Pérez (EFE)

No es que te hayas ido demasiado pronto, es que egoístamente todos hubiéramos querido que fueras eterno; cosa que tú no hubieras querido nunca, está claro. Que te has ganado el cielo, esto es seguro. Por ahora, no podremos seguir hablando contigo, pero quizás sí seguir aprendiendo cuando nos preguntemos: “y ahora, ¿qué hubiera hecho Paco?”.

Tenías tantos registros como momentos tiene la vida, siempre había una sorpresa. Eras refugio en un mundo agobiado que corre sin dirección. Hablar contigo era entrar en otra dimensión espacio-tiempo. No había prisa, todo era relativo y la clarividencia de lo que es esencial era el denominador común. Nos ayudaste a muchos a orientar nuestra carrera y a tomar decisiones. Siempre con sentido del humor. Te reías de todo, de ti mismo el primero. No sé si eras mejor empresario o académico. El perfecto equilibrio entre acción y reflexión. Hay que pensar y planificar pero las ideas no valen nada si no las haces realidad. Una educación y saber estar deliciosos, sin formalismos absurdos y con la sencillez y elegancia de quien sabe tratar a todo el mundo con el mismo respeto. Victor Hugo dijo: “La forme, c’est le fond qui remonte à la surface”, tú eres el mejor exponente, exquisito en las formas y magnánimo en el fondo. Siempre con un sentido común y simplicidad demoledores. Sabiduría en estado puro. Cuando había un tema complicado, siempre había una historia, una metáfora o un chiste que ponía en evidencia la situación y la resolvía de golpe. Inigualable explicador de historias con invitados ilustres en el 7 Portes. Además de un amigo, fuiste un maestro. No te hacía falta dar lecciones, solo escucharte en la cotidianidad. Una filosofía de vida que sabía coger lo mejor de cada cosa, sin renunciar a nada. Sin esconderse de nada tampoco. Sin 'ismos', con normalidad.

En la última comida en el 7 Portes me hablabas del restaurante con la vitalidad de alguien que empieza, pero también de la universidad, y de la fundación Conocimiento y Desarrollo, y de la transición del negocio familiar. Queda pendiente el festín con Susana que nos robaron a última hora. Para acabar, te imagino tocando el piano del 7 Portes como último gesto de tu gran hospitalidad. Reí y aprendí mucho a tu lado. Gracias, Paco.