Opinión | Caso Koldo
Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

Periodista

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La moral no tiene ideología

Existe un convencimiento desde la izquierda que puteros solo pueden ser los de derechas. Es una idea preconcebida

El PP ve uso de "recursos públicos para pagar prostitución" en el contrato de Adif con la expareja de Ábalos

José Luis Ábalos, junto a Koldo García, en un acto cuando ambos estaban en el Ministerio de Fomento.

José Luis Ábalos, junto a Koldo García, en un acto cuando ambos estaban en el Ministerio de Fomento. / EFE

No existe ideología posible en la condición humana. Claro que como nos gustan las cosas fáciles organizamos la ideología en derecha e izquierda, y listo. Ese concepto espacial nos ayuda a entender lo que es muy complicado. La división debería ser entre buenas y malas personas, pero de entrada parece demasiado moralista. Demasiado fácil. ¿Quién es buena o mala persona? ¿Contra quién o favor de quién? Las ideas preconcebidas diluyen esta diferenciación. ¿Es Santiago Abascal buena persona o lo es Pablo Iglesias? Ejemplos en los extremos.

Muchos parten de bases equivocadas. Lo he comprobado de cerca. Diputados de izquierda que descubren en el Congreso o en el Parlament que hay políticos de la derecha en los que se puede confiar y son buenos tipos, y diputados de derechas que, de pronto, se percatan que no todos los de izquierdas son unos irresponsables y creídos.

El caso Koldo, o Ábalos, o Santos Cerdán o Pedro Sánchez ha abierto los ojos a muchos. Sobre la corrupción ya sabíamos que era así. Uno de los primeros casos en nuestra ya no tan joven democracia afectó al PSOE y pasó por Catalunya. Fue aquel escándalo de Filesa donde nadie se enriqueció, pero le dio vida contable a las finanzas socialistas. No hay remedio, pero, tarde o temprano, o dirigentes socialistas o populares, o nacionalistas en Catalunya, caen en las redes del dinero fácil, sea para el partido o para sus bolsillos.

Pero pongo el foco en otro aspecto moral que me parece mucho más grave, y miren que la utilización fraudulenta del dinero público lo es. Existe un convencimiento desde la izquierda que puteros solo pueden ser los de derechas. Es una idea preconcebida, instalada sobre todo entre aquellos que consumen únicamente material de lectura o auditiva que llega desde la izquierda y que jamás hacen autocrítica sobre lo propio, sea del presente o del pasado, que es mucho más grave. El tiempo todo lo borra y la memoria es débil, pero todavía tengo en mi retina las fotografías publicadas en 'Interviú' de aquel socialista, denostado y olvidado ahora, que fue director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, en calzoncillos y un muñeco de plástico negro en una orgía en un hotel de Mallorca.

En este caso el audio donde Koldo Aguirre se reparte con José Luis Ábalos unas chicas para preparar una fiesta ha sido un 'shock' para todas las dirigentes socialistas, pero también para la sociedad en general. Si ello se acompaña con un vídeo de Ábalos, entonces ministro y secretario de organización del PSOE, asegurando un 8-M que él es un feminista, el desprestigio y la vergüenza es tal que será difícil que el partido vuelva a ser creíble en estos temas durante tiempo.

Y es injusto. Muchas son las mujeres que trabajan en el PSOE para que estas cuestiones transformen la sociedad. Pero también en el PP. Y así ha sido desde hace mucho, aunque desde alguna izquierda no se contemple como una labor sólida. Es más, ese trabajo se considera solo de cara a la galería. Y también es injusto.

Resumiendo: puteros hay en todos los partidos, igual que buena gente. Demasiadas ideas preconcebidas que nos empujan a solo ver lo propio. La honestidad siempre empieza por uno mismo.       

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