Opinión | Conflicto en Oriente Medio

Rafael Vilasanjuan
Barcelona

El mundo en llamas

Frente a la escalada nuclear lo único que sirve es la presión diplomática y la negociación, dos estrategias que Netanyahu o desconoce o desprecia

Israeli Iron Dome air defense system fires to intercept missiles over Tel Aviv, Israel, early Sunday, June 15, 2025. (AP Photo/Ohad Zwigenberg) Associated Press / LaPresse Only italy and spain. EDITORIAL USE ONLY/ONLY ITALY AND SPAIN

Israeli Iron Dome air defense system fires to intercept missiles over Tel Aviv, Israel, early Sunday, June 15, 2025. (AP Photo/Ohad Zwigenberg) Associated Press / LaPresse Only italy and spain. EDITORIAL USE ONLY/ONLY ITALY AND SPAIN / Associated Press/LaPresse / LAP

En cuanto Netanyahu ha encontrado que su 'alter ego' en la Casa Blanca le deja mano libre ha desatado su ira como la cólera de Aquiles. No le bastaba con masacrar a todo el pueblo palestino, porque su proyecto no es garantizar que no vuelva a pasar un atentado como el del 7 de octubre de Hamas, sino quedarse con la franja y desarmar toda la región para quedarse el poder absoluto en Oriente Medio. La guerra ha empezado, con ella el gobierno ultra de Israel se quita en parte la presión de un mundo que le señala como genocida. Desvía el foco. La cuestión ahora es asegurar que Irán no amenace la seguridad desarrollando armamento nuclear. 

¿La tiene, o se está mintiendo como hicieron Bush, Aznar y Blair con Irak? Los expertos aseguran que el país de los ayatolás tiene uranio enriquecido de alta calidad como para desarrollar un arma nuclear. Lo que le falta en cambio es la capacidad probarlo y darle propulsión necesaria a larga distancia. Irán había renunciado a su programa nuclear militar en 2015 con un acuerdo firmado con las grandes potencias, incluyendo EEUU, China, Rusia y las potencias nucleares europeas a cambio de la rebaja de sanciones. Durante su primer mandato en 2018, Donald Trump rompió ese acuerdo, Irán entonces empezó a enriquecer de nuevo el uranio que tenía y tras el primer ataque de Israel a sus instalaciones en Natanz en 2021, decidió construir al menos dos complejos enterrados a más de medio kilómetro de la superficie lejos del alcance de la aviación israelí.  

La incógnita existe, pero frente a la escalada nuclear lo único que sirve es la presión diplomática y la negociación, dos estrategias que el todopoderoso Netanyahu o desconoce o desprecia. Tras el error de Trump de abandonar el acuerdo, Irán estaba por negociar de nuevo en este segundo mandato con el hombre que dijo que acabaría con las guerras en el mundo. Israel no ha querido y en manos de estos dos dirigentes que solo atienden a su voluntad autoritaria, el mundo está en llamas y la estabilidad internacional de nuevo asoma al abismo.