Opinión | Reclamación territorial

Joan López Alegre

Joan López Alegre

Periodista y exdiputado en el Parlament

Barcelona

La Alta Segarra quiere ser comarca ¿Es la solución a sus problemas?

Calaf, Castellfollit de Riubregós, Sant Pere Sallavinera, Sant Martí Sesgueioles, Pujalt, Prats de Rei y Calonge de Segarra han iniciado los trámites para desvincularse de L'Anoia

Calaf

Calaf / Josep Renalias

Hace más de un año y medio que Torà y Biosca decidieron pasar de la comarca de la Segarra al Solsonès. La motivación no parece sustentarse en la geografía, dado que Cervera dista de Torà lo mismo que Solsona, sino en la búsqueda de más atención, mejores servicios y más ayudas públicas

Los plenos municipales aprobaron el cambio, en ambos casos por unanimidad, pero pasado el tiempo el entusiasmo se ha disipado. El cambio de comarca no ha traído más dinero y sí problemas derivados de la lentitud del traspaso de competencias e incluso olvidos básicos como que el Consell Comarcal de la Segarra no se haya coordinado con el del Solsonès para realizar un traspaso informático. ¿El fantasma de Olost, donde la frustración por la deficiente creación administrativa de la comarca del Lluçanès ha llevado a este municipio a pedir su reingreso a Osona, reaparece en El Solsonès?   

Las dificultades vividas por sus vecinos, o en la más alejada Osona, no han disuadido a Calaf, Castellfollit de Riubregós, Sant Pere Sallavinera, Sant Martí Sesgueioles, Pujalt, Prats de Rei y Calonge de Segarra. Estos siete municipios, integrados en la Mancomunitat de l’Alta Segarra, han pedido a la Generalitat de Catalunya que les desvincule de L'Anoia (Igualada) y les deje constituir su propia comarca con capital en Calaf.  

¿Tiene sentido y sirve para mejorar la vida de la gente crear una nueva administración para 5.093 habitantes? El Govern no ha dicho que no, tampoco que si, pero se ha comprometido a mantener reuniones mensuales con la Mancomunitat. Algo es algo, aunque ya se sabe si que quieres que un tema no prospera crea una comisión. 

La Alta Segarra, efectivamente, tiene poco que ver con Igualada. Tierra de paso, de castillos, de fábricas abandonadas, donde vive gente noble y de carácter directo. Los motivos para que querer ser una entidad administrativa son la lucha contra la despoblación y la búsqueda de más recursos. 

Su deseo es legitimo… otra cosa es que la solución pueda venir de lo público.  

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