Alberto Núñez Feijóo: una meta lejana
El líder del PP insistió en reclamar elecciones, pero no se replanteó la moción de censura que no presenta
Quién es Álvaro García Ortiz, el cuestionado fiscal general del Estado heredero de Dolores Delgado que el Supremo lleva cerca del banquillo
Feijóo asegura que Sánchez no está "limpio" y acusa a los socios del Gobierno de ser "cómplices" de la corrupción

El lider de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 21 de mayo de 2025, en Madrid (España). Durante la sesión de control, los grupos parlamentarios PP y VOX, han / Fernando Sánchez - Europa Press
La semana de togas alteradas y un auto de procesamiento relevante nos deja una conclusión que, aun relegada por el gran terremoto, sigue vigente: cuando la justicia se inmiscuye en la política, la crítica no procede. Cuando la política lo hace con la justicia, interferencias impropias del estado de derecho.
Esto es lo que queda del banquillo de los acusados que el juez Ángel Hurtado le ha enseñado al fiscal general del Estado para que le vaya tomando la medida. Un caso que empezó siendo el de la pareja de Isabel Díaz Ayuso –no se olvide– y cuyo resultado inédito deja una investigación cuajada de curiosidades que se entienden mejor repasando el currículum del magistrado que se resistió a condenar al PP. Caso Gürtel.
Ante el señalamiento por incoherencia, defensa corporativa de la presidenta del Supremo y protestas de colegas aprovechando las reformas impulsadas por el gobierno para actualizar el poder judicial. Actualización que la mayoría de jueces y fiscales creen que amenaza su independencia, sin que nos aclaren cómo actuarán contra aquellos de los suyos que la desvirtúan.
Pero esta permanente trituradora de la actualidad que nunca tiene bastante pidió más madera. Y se la ofreció el exsecretario de organización del PSOE, que apunta maneras para que el inicial caso Koldo que evolucionó a caso Ábalos acabe siendo el caso Santos Cerdán. El juez está en ello.
Y fue así como se pasó de la falsedad de los rumores a la certeza de unos hechos que han pasmado a la ciudadanía, una vez leídos y escuchados los documentos que la UCO le trasladó al instructor. Tanta veracidad se le ha dado a lo que unos días antes era un bulo orquestado por turbias fuerzas desestabilizadoras, que el presidente del Gobierno en su calidad de secretario general socialista rompió su cuarentena de silencio para aparecer conmovido y decepcionado y pedir públicamente perdón. Esto provocó una nueva reacción de Alberto Núñez Feijóo (Ourense, 10 de septiembre de 1961).
El líder del PP insistió en reclamar elecciones, pero no se replanteó la moción de censura que no presenta. Sabiendo que ni aún en estas le saldrían las cuentas para ganarla, el expresidente gallego tampoco debería olvidar que el mecanismo constructivo le permitiría presentarse como la alternativa que es pero que no concreta. Se entiende que le ha faltado un mes para tener el programa exigido. El tiempo que falta para el congreso extraordinario de su partido, convocado para superar la impaciencia. Y rearmarse.
Es sabido, y así lo reiteró el mismo jueves de sus dolores, que Pedro Sánchez no está dispuesto a concederle la oportunidad a su oponente. Su capacidad de resistencia ya la convirtió en manual hace años. Pero los actuales aliados del gobierno proclives a inclinar la balanza tampoco se sienten motivados a hacerlo, dolidos como están por las constantes afrentas y mal trato sistemático. Les niega el pan y la sal de su esencia y la proyección de su identidad. Juego de despropósitos del que se encarga su compañera y rival, que desprecia todo lo que no controla.
Hay quien dice por Madrid que el Sr. Núñez Feijóo se lamenta en privado del cruel ambiente capitalino y acusa morriña familiar. No sería extraño que, en la intimidad, también se pregunte si aguantará la carrera enloquecida en la que compite para subirse al podio ocupado por quien no se plantea bajar ni en sus momentos más adversos. Estos.
Suscríbete para seguir leyendo
- Lamine Yamal, el nuevo 10: 'Yo trabajo para el Barça, juego para el Barça, pero cuando salgo de la Ciudad Deportiva disfruto de mi vida y ya está
- Encuesta CEO: La crisis del PSOE no pasa factura a Illa mientras Vox y Aliança siguen al alza en Catalunya
- La UCO busca dinero de mordidas de la trama Cerdán en billetes escondidos en trasteros, azoteas o cuartos de contadores
- Tres hermanos buscan a su madre, desaparecida en el aeropuerto de Madrid: 'Tenemos la esperanza de encontrarla con vida
- Sílvia Caballol, mujer del exobispo de Solsona: 'La relación con Xavier fue inesperada e imprevisible, los dos estábamos alejados
- Encuesta CEO: El apoyo a la independencia de Catalunya se recupera por primera vez en año y medio
- Muere el periodista deportivo Javier Mardones a los 41 años
- Àngel Llàcer, pregonero del Pride Barcelona 2025: 'Mi verdad, ser homosexual, me hace sentir orgulloso”
¿Por qué los grandes patrimonios invierten distinto y qué puedes aprender de ellos?


La Fundación Pacha impulsa 34 proyectos sociales y ecológicos en 2025

