Opinión | Opa
Anna Grau

Anna Grau

Periodista, escritora y exdiputada en el Parlament

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Calor y destino

Un banco que solo es una mole financiera capaz de tragarse otras moles no cumple ninguna función social

La Autoritat de la Competència, el Parlament y el Govern advierten de los riesgos de la opa al Sabadell

La opa al Sabadell amenaza el idilio de Illa con el establishment barcelonés

Josep Oliu.

Josep Oliu. / Ferran Nadeu

Me hallo en Madrid, abrasada por un calor africanista que ya se ha invocado para cerrar la Feria del Libro dos veces. Espero que no más, porque escribo estas líneas horas antes de firmar yo misma en la feria 'En la boca del dragón' (La Esfera de los Libros). Ya me daría rabia haber venido a Madrid para esto y quedarme con un palmo de narices y de libro. Le ha pasado a algún autor amigo.

Dicen las lenguas no sé si malas, malpensadas o bien informadas que, sin que se pueda negar que ahora mismo Madrid es una sartén, que haga calor, incluso mucho calor, en junio, ¿es nuevo? ¿Y si tanta alarma climática responde a cierta opa hostil para sacar a la feria del parque del Retiro y mandarla a Ifema, donde se estaría más fresquito, pero también lejísimos de todo? Ni a libreros ni a editores ni a escritores ni a lectores nos hace mucha gracia. Pero, a lo mejor, a alguien del Ayuntamiento de Madrid, ¿sí?

En fin, cuando ustedes lean estas líneas, lo que tenga que ser, ya habrá sido. Ya habrá actuado la fuerza del destino, como dice alguien que sin duda sabe de opas, el presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, excepcionalmente entrevistado el sábado pasado en un plató de televisión. Fue en TV3, en el 'Col.lapse' de Ricard Ustrell.

Me llamaron la atención dos frases. Una, la acabo de mencionar: cuando Oliu recordó que hay mucha más gente en contra que a favor de la opa del BBVA al Sabadell, y, entre los que están a favor, no hay tantos que la deseen, como que la consideran “inevitable, como si fuese la fuerza del destino”.

Oliu también defendió que su idea de banco pasa por “conectar a los que tienen ahorros y los que tienen ideas”. Es una manera muy seráfica de decirlo, pero algo hay o debería haber de eso. Un banco que solo es una mole financiera capaz de tragarse otras moles no cumple ninguna función social. Desde luego, ninguna que justifique rescatarlo con dinero público si un día la “fuerza del destino” se equivoca. O aparecen esquimales en el Retiro.

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