Opinión | El Papa
Mireia Del Pozo

Mireia Del Pozo

Premio Mundial Paz en Igualdad. Consultora de empresa

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La paz no son palabras, la paz es acción

Para avanzar necesitamos responsabilidad y recursos, que incluyen los económicos y humanos, a la par que formación

El papa Francisco conversa con un grupo de inmigrantes durante su visita a la isla de Lampedusa, Italia, en una imagen del 8 de julio de 2013.

El papa Francisco conversa con un grupo de inmigrantes durante su visita a la isla de Lampedusa, Italia, en una imagen del 8 de julio de 2013. / EFE/ALESSANDRA TARANTINO / POOL

La paz no son palabras. La paz se hace. La paz se ejerce. Desde la acción. Y la paz se expande. Es puro amor.

Solo conozco una manera de hacer las cosas: ¡haciéndolas! Haciéndolas con focalización y objetivo. Poniendo voluntad y esfuerzo. Y desde el valor.

Ya que las hacemos, hagámoslas con alegría. Así somos felices. Porque la vida es solo una. ¡Y podemos elegir cómo vivirla! 

Aunque no todas las personas tenemos la misma fortuna. Depende de donde se nace, ya sea la región, la familia, la cultura, la situación económica, una enfermedad… un momento determinado de la historia… las circunstancias y condiciones serán más o menos propicias. 

Así que los que somos personas afortunadas, que somos libres y podemos elegir, si queremos hacerlo, ¡hagámoslo! ¡Porque puede hacerse! 

Un mundo mejor sí es posible, haciéndolo con y para las personas. 

La equidad, igualdad, diversidad, género e inclusión son el camino a la paz. Porque son completamente transversales. Están en absolutamente todas partes, las áreas, ámbitos y materias de la vida. 

Es el gran puzle que llevo años explicando en conferencias: derecho, economía, trabajo, educación, comunicación, salud, bienestar… 

¡Tan solo tenemos que ponernos las gafas de colores para verlo! 

¡Y con esperanza! Mucha. ¡Porque hemos avanzado! 

Aunque hemos de avanzar mucho más. Infinito más. Pero podemos hacerlo. Ahora tenemos las herramientas. 

Para hacerlo y avanzar necesitamos responsabilidad y recursos, que incluyen los económicos y humanos, a la par que formación.

Puedo asegurar que la productividad sube con la igualdad, diversidad e inclusión de los diferentes talentos, por razón de sexo, origen, de edad, ¡y, por lo tanto, sus beneficios más! ¡Cuanta más diversidad, más riqueza! 

Todos podemos hacer algo: todos tenemos un círculo de influencia. 

No es lo que decimos. ¡Es lo que hacemos! 

Si todos y cada uno hacemos lo que podemos hacer, lo que debemos hacer, lograremos un mundo mejor. 

¡Hagámoslo juntos! 

Es tan fácil como el dejar de fumar. Si realmente quieres dejar de fumar, lo dejas. Dejas de comprar tabaco. Si sigues acudiendo a la tienda y te compras cinco paquetes más, tú en realidad no quieres dejar de fumar. Es así de fácil. ¿Quieres o no quieres? 

Por pura coherencia, seamos coherentes con nosotros mismos, lo primero. Porque ello nos permite vivir en paz. 

En unos momentos convulsos, de crecimiento de los extremos y era Trump, la Iglesia con la elección del nuevo papa León XIV ha hecho lo que decía el papa Francisco. El papa más querido de la historia: cercano, humano y el más terrenal que hemos tenido. Un cambio a nivel de trato personal con sus sucesores. Demostrándolo hasta en su acción de muerte y disposición de féretro y sepulcro. Persona antes que papa. Fuente de inspiración. Ahora vivimos un buen ejemplo de coherencia y continuidad. Porque lo que necesitamos es estabilidad y tranquilidad. Escenifica a la perfección la era actual y riqueza de la diversidad: madre española y padre estadounidense, de Chicago a Roma pasando por Perú. Uniendo en un solo perfil EEUU, Europa y Latinoamérica. Uniendo en un solo perfil la diversidad. Y de entrada, a nivel humano parece ser una voz con sentido común, mente práctica, estar al lado de los pobres, tener mucha formación y práctica. Como pediríamos en cualquier selección de trabajo para alguien de semejante responsabilidad. La figura de papa traspasa a la Iglesia, va mucho más allá de creer o no creer o hasta de la fe. La elección de otro hubiese sido un retroceso, una marcha atrás sin precedentes en lugar de seguir con el camino de paz.

Los seres humanos somos seres de luz. Somos personas que iluminamos. Y debemos iluminar al resto. Por responsabilidad. Compartir nuestra luz, nuestro buen saber y hacer, no nos apaga. ¡Nos hace brillar a todos! 

Porque el brillo se expande entre todas las personas. 

Las mujeres necesitamos paz. La paz necesita a las mujeres. Y los hombres necesitan también paz. La paz nos necesita a todos y cada uno. 

Avancemos unidos mujeres y hombres cogidos de las manos. Por un mundo equitativo y justo. Por un mundo respetuoso e inclusivo. Un mundo democrático y libre. Por un mundo en paz. 

Porque la paz está dentro nuestro. La paz empieza en mí. La paz empieza en ti. La paz empieza en cada uno de nosotros. 

Como la paloma de la paz expandamos nuestras alas. Levantemos los brazos y seamos palomas de paz. 

Seamos aire: trayendo buenas noticias y llevándonos las desgracias desde la solución. 

Seamos luz: que hace brillar al resto y les devuelve la vida. ¡Hagámoslo! Y quienes ya lo estamos haciendo, ¡sigamos haciéndolo!

Porque un mundo mejor, al lado de las personas, sí es posible. Mi razón de ser.

Suscríbete para seguir leyendo