Opinión | Bancos

Francesc de P. Jufresa

Francesc de P. Jufresa

Abogado penalista.

Razones para no autorizar la opa al Sabadell

Esta OPA se viene a lanzar contra el único banco, en la práctica, que nos queda en Catalunya

Consulta del Gobierno sobre la opa del BBVA al Banc Sabadell

Consulta del Gobierno sobre la opa del BBVA al Banc Sabadell

Reflexiono sobre este problema por muchas razones, en primer lugar como nieto del propietario de una banca cooperativa, Crédito y Previsión, curiosa experiencia bancaria izquierdista que tuvo cierta importancia antes de la Guerra Civil y que pervivió después del conflicto acabando en manos de un banco foráneo, el Banco de Gredos.

Pero sobre todo mi reflexión parte de los sentimientos de un sector muy importante de la población, que no entendemos cómo se producen estos constantes procesos de fusión bancaria, pese a que sus únicos resultados son, siempre, la disminución del número de oficinas de los bancos, su práctica desaparición en el ámbito rural, la España vaciada, una práctica desaparición de la banca como servicio humano al ciudadano frente a una banca cada vez más digitalizada que la gente mayor ni entiende ni prácticamente usa, pero eso sí, con un efecto tangible de aumentar vertiginosamente los beneficios de los pocos bancos que van quedando, sin que ello tenga correlato alguno en las condiciones que los bancos imponen al ciudadano para obtener financiación.

Los corifeos del creciente y cada vez más concentrado Banking Power, con el ánimo de presionar al Presidente del Gobierno para que no se atreva a desautorizar la OPA, utilizan una serie de argumentos leguleyos, alguno de ellos tan peregrino como afirmar que una vez aprobada la OPA por la CNMV, el Gobierno debe acatar la OPA, como máximo podría introducir, dicen, alguna condición más a las impuestas por dicho organismo, y lo único que podría impedir, en su caso, sería la fusión entre los bancos. 

Ante este argumento, entro yo como penalista, por que no se le escapará al avezado lector que si el Gobierno autorizara la OPA y después impidiera la fusión, tanto el banco que lanza la OPA hostil, como quienes les sigan en el proceso de compra de acciones, podrían perfectamente sentirse estafados, si no se produce la fusión en las condiciones ofertadas en la OPA.

A todo esto, esta OPA se viene a lanzar contra el único banco, en la práctica, que nos queda en Catalunya. Y por esto y después de todos los fiascos bancarios de la historia reciente de este maltratado país, me atrevo a rogarle al Presidente del Gobierno y también al de la Generalitat, que alguna influencia debe tener como presidente de Catalunya y miembro del mismo partido, para que piensen qué efectos tendrá sobre la economía de Catalunya y la de los catalanes, que el banco resultante del proceso de fusión siga teniendo su domicilio actual en Vizcaya y Catalunya se convierta en un desierto bancario.

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