Opinión | Opa BBVA-Sabadell
Guillem López Casasnovas

Guillem López Casasnovas

Catedrático de Economía (UPF). Exconsejero del Banco de España.

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Auditar el interés general

No, pues, a la opa del BBVA al Sabadell. Un 'no' no transaccionable con compensaciones a los accionistas

La CNMC juzgó que el Sabadell no es un actor indispensable para el crédito a las pymes

El president del Banc Sabadell, Josep Oliu (esquerra), i el president del BBVA, Carlos Torres Vila, el juny del 2024. | RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS

El president del Banc Sabadell, Josep Oliu (esquerra), i el president del BBVA, Carlos Torres Vila, el juny del 2024. | RICARDO RUBIO / EUROPA PRESS

La pregunta, poco más o menos, sería la siguiente: ¿hay argumentos de interés general, más allá de los dictaminados por la propia competencia, para oponerse a la opa de BBVA sobre Banc Sabadell? La respuesta es no. Defender a la ciudadanía contra el oligopolio bancario creciente en España es, en sí mismo, un asunto de interés general. No puede ser de otro modo. No es de interés general conseguir una mejor retribución para el accionista del Sabadell (es lo que dice Foment del Treball en el sentido de que, hoy por hoy, en estos momentos, se trata de una oferta "decepcionante e insuficiente” sobre la base de dificultarla). Tampoco es de interés general “salvar los puestos de trabajo” de los empleados, tal como defienden los sindicatos para oponerse a la opa.

En cambio, sí es del interés general que se mejore la competencia entre las entidades financieras y se rompan las prácticas colusivas. Nuestros bancos -todos- son los peores a la hora de retribuir los ahorros de los ciudadanos. Muchas entidades bancarias, con las concentraciones y las absorciones de las cajas de ahorro, han perdido los sensores para detectar el pulso economico de la diversidad de nuestros modelos productivos, de la mano de la centralización de los algoritmos de selección poco discriminantes (en este apartado, el Sabadell todavía mantiene un activo positvo). Tampoco podemos supeditar la competencia al mantenimiento de las plantillas, cuando la nueva banca no requiere tanta ocupación, precisamente para ser entidades competitivas, preferentemente con entidades transnacionales. Todos los remedios que ya ha puesto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y se pueden poner para preservar la competencia con la opa, son costes contra la bolsa que pueda tener preparada el BBVA en  la 'foto finish', probablemente reduciendo las compensaciones incrementadas que pretenden calladamente algunos accionistas.

No, pues, a la opa del BBVA al Sabadell. Un 'no' no transaccionable con compensaciones a los accionistas. O nos creemos que una opa es una cuestión privada entre propietarios o no sé ver otro interés general que evitar una nueva oligopolización del sector bancario español.

Por otra parte, no está claro qué puede hacer en estos momentos el Gobierno central, después de un pronunciamiento tan claro de la CNMC. Qué es lo que puede argumentar desde una consulta abierta como la presentada y hasta qué punto no supondrá deslegitimar a su organismo 'independiente'. Al final, todo huele a una absorción autorizada sin fusión, que el tiempo dirá sobre su virtualidad.

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