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Otro decreto 'in extremis'

La situación económica y comercial internacional exige de todos los agentes políticos y sociales madurez

El Gobierno salva el decreto contra los aranceles de EEUU con acuerdos con Junts y ERC

El ministre d’Economia, Carlos Cuerpo, i el president Pedro Sánchez, ahir al Congrés.  | ZIPI / EFE

El ministre d’Economia, Carlos Cuerpo, i el president Pedro Sánchez, ahir al Congrés. | ZIPI / EFE

Tras la bronca sesión parlamentaria del miércoles, en la que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo volvieron a mostrarse una absoluta antipatía política y personal, el Gobierno logró salvar 'in extremis' el decreto para hacer frente a las anunciadas medidas arancelarias de Donald Trump. A diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, en las que parecía buscar el apoyo de los otros partidos sin siquiera hablar previamente con ellos, esta vez el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, intentó el acuerdo con todos los grupos parlamentarios, salvo Vox. También con el PP. Parecía, de hecho, que el pacto podía prosperar, hasta que los populares exigieron que se incluyera en la norma la prórroga de la vida útil de las centrales nucleares. Lo hicieron antes del gran apagón del 28 de abril, pero redoblaron su demanda después. La rotunda negativa del Ejecutivo, por más que no descarta esta posibilidad, acabó con la posibilidad de un trato. 

Esa no fue, sin duda, la única razón para el desacuerdo. También contribuyó el relativo alivio que supuso que el presidente de Estados Unidos paralizara por tres meses su decisión de aplicar aranceles del 20% a los productos europeos, los españoles, por tanto, también. De no haber sido así, el PP se habría visto presionado por los propios empresarios a respaldar el decreto que destina 14.100 millones de euros en ayudas a los sectores más afectados, la automoción, el aceite y el vino, por ejemplo. Se trata de avales, préstamos e incentivos y también de ayudas directas. Que Trump pospusiera el 9 de abril los aranceles del 20% no quiere decir que no los vaya a imponer dentro de dos meses, y no conviene olvidar que las tarifas del 10% para toda la Unión Europea rigen desde su retorno a la Casa Blanca. No se puede confiar, por tanto, en que el presidente estadounidense no vaya a continuar con su agresiva política comercial con el resto del mundo. Aunque haya alcanzado un acuerdo aparentemente beneficioso con el Reino Unido, la UE ha mostrado su desconfianza a que vaya a ser esa también la estrategia con los países del continente con un nuevo paquete de aranceles de 95.000 millones a Estados Unidos, para el caso de que las negociaciones no prosperen. No hay mucha confianza en que los movimientos futuros de Trump no vayan a perjudicar los intereses comerciales de la UE.

El Gobierno consiguió convalidar el decreto con los votos de PSOE y Sumar, pero también con los de ERC, Junts, PNV, Bildu, BNG, Coalición Canaria, UPN y el de José Luis Ábalos. La suma dio los 176 votos de la mayoría absoluta, pese a la abstención de Podemos, un socio que día a día se va alejando más del Gobierno de Sánchez, con exigencias casi imposibles de cumplir. En esta ocasión pedía la expropiación de todas las viviendas que los fondos de Estados Unidos poseen en España. 

Se puede entender que la relación entre Sánchez y Feijóo no sea la mejor para entablar el diálogo. Pero la situación económica y comercial internacional exige de ambos, como del resto de los agentes políticos y sociales, la madurez suficiente para afrontar con responsabilidad los retos que tienen España y la UE aquí y ahora, y que afectan directamente a las empresas españolas y al conjunto de la ciudadanía.