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Joan Tapia

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Presidente del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.

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Incompatibilidad total

Pese a la amenaza de Trump y la guerra arancelaria Sánchez y Feijóo son incapaces de llegar a mínimos acuerdos para proteger a la economía española

Sánchez reta a las nucleares a garantizar la seguridad y su viabilidad económica para prolongar su vida útil

Feijóo exige dimisiones al Gobierno y Red Eléctrica por dar un servicio propio de un país "tercermundista"

Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 19 de marzo de 2025, en Madrid (España).

Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 19 de marzo de 2025, en Madrid (España). / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Este jueves se votarán en el Congreso las medidas contra los aranceles de Trump. Parece que el Gobierno salvará la votación gracias a la abstención de los cuatro diputados de Podemos. Pero, aún si es así, se volverán a constatar dos realidades preocupantes. Una, incluso en los 'asuntos de Estado', la complicidad es nula entre el Gobierno y el primer partido de la oposición. Dos, que 'la mayoría parlamentaria progresista' es -en el mejor de los casos- muy endeble.

Ya se vio el miércoles en el debate en el Congreso sobre el aumento del gasto en defensa de 10.000 millones, para cumplir el compromiso de gastar el 2% del PIB y para analizar las causas del gran apagón del pasado 28 de abril. También en las jornadas del Cercle d´Economía, en las que su presidente, Jaume Guardiola, conversó y preguntó tanto a Pedro Sánchez, el lunes, como a Alberto Núñez Feijóo, el martes. Y pese a la muy cansina crispación, estas sesiones del Cercle han tenido este año una asistencia máxima. La presidencia de Trump preocupa mucho, pero los líderes de nuestros dos primeros partidos parecen creer que no les obliga a mínimos acuerdos. Y el gran apagón se ha convertido en un grave y nuevo motivo de disputa.

Para Sánchez, guarecido en unos buenos resultados económicos y en que Catalunya vive un momento de 'paz illiana', España va bien. Tras el cambio de Trump sobre Ucrania, el aumento del gasto en defensa es necesario para la seguridad europea. Tiene toda la razón. El problema es que sus aliados -excepto el PNV- creen justo todo lo contrario. Por eso Sánchez recurre a la “contabilidad creativa” del gasto en defensa y no lleva su aprobación al Parlamento. De facto, confiesa así que no tiene ni un Gobierno cohesionado ni mayoría parlamentaria. ¿Cómo aprobará, pues, el gasto de defensa de 2026? ¿Con otra prórroga presupuestaria?

Sánchez defiende las bondades de las renovables, que ayudan a combatir el cambio climático y hacen que en España la energía sea más barata que en otros países, lo que beneficia a las familias y las empresas y atrae inversiones. Pero, pese a no saber las causas del apagón, se niega a discutir el 'mix energético' y prefiere acusar al PP de ser el portavoz de “los ricos” del lobi nuclear. Y Sumar y sus aliados le instan a que, con lo que se va a gastar en defensa, nacionalice el sector eléctrico. Como si nacionalizar fuera la solución. Conclusión: el Gobierno también diverge en la política energética.

Feijóo predica todo lo contrario: España va mal -incluso en economía- y Sánchez arrastra a España al caos del apagón y al colapso de los AVE en Andalucía. El 'todo a las renovables' ha fracasado, es una irresponsabilidad no prorrogar la vida de las nucleares, Sánchez no respeta la democracia y por eso gobierna sin presupuestos y, por último, 'la consulta' sobre la opa del BBVA al Sabadell es una astracanada que sienta además un peligroso precedente. En el Cercle se dedicó más a destruir a Sánchez que a proponer, pero luego, en su conversación con Guardiola, mostró conocer bien los asuntos y en materia impositiva y en las 37,5 horas sintonizó con el auditorio.

¿Por qué asume Sánchez el proyecto de las 37,5 horas de Yolanda Díaz que -al contrario que la reforma laboral- no ha sido pactado con los empresarios y que, posiblemente, no tendrá la mayoría suficiente para ser aprobado?

Sánchez tuvo mayoría para la investidura, pero ahora no tiene ni un Gobierno con un mínimo de cohesión ni una mayoría parlamentaria operativa. Es su gran debilidad. Pero Feijóo está enrabietado e impotente porque, dependiente de Vox -en Valencia y otras comunidades-, no puede articular una mayoría alternativa para presentar una moción de censura con posibilidades de éxito. Los dos son víctimas de sus alianzas e impotencias, pero Sánchez está en Moncloa, no quiere irse y, como se preguntó el otro día Francina Armengol, quién puede garantizar que una mayoría PP-Vox sería más coherente.

Así estamos. No es el mejor de los mundos. Pero la bolsa alemana y la española son, curiosamente, las que este año más se están revalorizando. Merz, pese a sus problemas, está mejor que Feióo y el PSOE no es el SPD. Vale, pero ¿por qué las alianzas complicadas en Bruselas y en Berlín se convierten en incompatibilidades tan absolutas en Madrid?

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