
Directora adjunta de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA

Gemma Martínez
Gemma MartínezDirectora adjunta de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA
Periodista
La ficción del pare Jordi Pujol

Josep Maria Pou (Jordi Pujol) y Carme Sansa (Marta Ferrusola) en 'Parenostre' / Filmax
¿Llamó por teléfono el expresidente Jordi Pujol al rey emérito Juan Carlos I para que intermediara cuando en 2014 el diario El Mundo reveló que tenía una fortuna familiar no declarada depositada en Andorra? ¿Visitó a mossèn Ballarín, después de haber hecho pública su confesión, para reconocer sus pecados y buscar la absolución? Estas son las únicas preguntas mínimamente provocadoras que plantea Parenostre, la película de Manuel Huerga y Toni Soler sobre los días más convulsos de Pujol, que parece prometedora al principio y resulta descafeinada después de 96 minutos. Justamente estos dos momentos de la vida del expresidente de la Generalitat son deliberadamente inventados en una obra de ficción basada en hechos reales, concebida como un thriller político sobre un personaje contemporáneo -interpretado por Josep María Pou- y no como un documental de investigación periodística. Conviene explicarlo y publicitarlo así para evitar la decepción que las personas informadas sufrirán si van al cine en búsqueda de nuevos datos. En ese sentido, Parenostre es irrelevante.
La película, que no ha arrasado en taquilla, ha sido objeto de una opa hostil por parte de críticos de cine, políticos y cronistas. Para unos, blanquea lo sucedido y contribuye al proceso de rehabilitación de la figura del expresidente que está en marcha desde distintas esferas públicas. Para otros, es un film oportunista, que solo busca hacer daño siete meses antes de que arranque el juicio contra la familia Pujol.
Más allá de la curiosidad de saber si en verdad el antiguo líder de Convergencia i Unió (CiU) buscó o no clemencia real y religiosa, Parenostre se deja ver e invita a la reflexión. Tanto por lo que obvia en el relato como por lo que sí cuenta, como cuando recuerda las diferentes facetas vitales y profesionales de un animal político como Pujol, atrapado en la intersección entre política, familia, ética y fe. También cuando apunta a que la sensación de impunidad después de tanto tiempo en el poder contribuyó a que Pujol no se planteara que sus actos o los de su mujer y sus hijos podían tumbar un legado de 23 años. O cuando pone el acento en el papel que el conflicto entre Catalunya y el resto de España pudo tener en el caso.
Vayan a verla, sobre todo si son jóvenes y no vivieron este apasionante capítulo de la historia de España. Piensen si pidió clemencia o no, y con qué éxito, a siete meses del juicio.
Suscríbete para seguir leyendo
- Un hombre que se dio por desaparecido durante 10 días en el Bages había sido atropellado por un tren de la R4
- Los jóvenes cotizantes somos los que pagamos las pensiones de los jubilados, no lo que ellos aportaron
- El juez Hurtado, obligado a probar otras lonchas de su salchichón antes de procesar al fiscal general del Estado
- El grito de auxilio de la España vaciada: un pueblo de Burgos paga 4.000 euros al año a quien reabra su bar-hotel
- Madre de una menor ingresada en salud mental: 'Vivo con la angustia de si va a lograr fugarse para quitarse la vida
- Un mosso que participó en el rescate de una menor en el río Cardener: 'Me salió de dentro, veía que la niña se estaba ahogando
- Revilla planta cara a Juan Carlos I en 'El hormiguero': 'Lo que me exigen es que diga que soy un mentiroso, y eso no lo haré jamás
- Una investigación internacional desvela cómo Rusia usa una oscura fundación para respaldar a criminales y propagandistas