Opinión | ASUNTOS PROPIOS
Núria Navarro

Núria Navarro

Periodista

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Jacobo Fitz-James Stuart, editor: "Soy un conde en la República de las letras"

Para Sant Jordi, de su catálogo de Atalanta, propone 'Restaurar el alma del mundo', un ensayo de David Fideler sobre la inteligencia creativa de la naturaleza

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Jacobo Fitz-James Stuart.

Jacobo Fitz-James Stuart. / Cedida

Cuenta Jacobo Fitz-James Stuart, tercer hijo de Cayetana de Alba, que no empezó a leer "en serio" hasta los 18 años. Luego, la hemorragia fue de tal magnitud que convirtió su pasión en ocupación. Fundó en 1982 la editorial Siruela y, más tarde, junto a Inka Martí, la más pequeña y exquisita Atalanta. "Lejos del mundanal ruido", el conde de Siruela concentra su energía en renaturalizar una finca de 4.000 hectáreas en Gallegos de Crespes (Salamanca) y en editar los libros más bellos posibles, en Vilaür (Empordà).

¿Quién le abrió el apetito lector de niño?

Aunque fuera Fani, la costurera, la que me contaba cuentos de pequeño en el cuarto de costura de Liria, yo ya tenía, creo, una disposición y curiosidad natural hacia los libros.

"Fani, la costurera, me contaba cuentos de pequeño en el cuarto de costura de Liria"

¿La biblioteca del palacio estaba a la altura de su colección de arte?

Era una habitación de considerable tamaño llena de libros de los siglos XVIII, XIX y XX; una especie de espacio sagrado, más de museo que de casa particular. Luego, a lo largo de los pasillos del segundo piso había estanterías bajas con los libros que habían leído mis padres. Uno de los primeros que me impresionaron fue La rebelión de las masas y no deja de sorprenderme, por lo temprano de su lectura y porque, aunque admiro a Ortega, apenas lo he vuelto a visitar.

¿A qué autores acabó visitando con mayor frecuencia?

Jung y Borges son indudablemente mis maestros, pero los primeros libros que publiqué fueron medievales. Chrétien de Troyes o los relatos en torno a la búsqueda del Grial ocuparon mi imaginario durante años.

"Jung y Borges son mis maestros, pero los primeros libros que publiqué fueron de autores medievales"

Un buen inicio para alguien cuyo linaje [los Estuardo] se remonta al siglo XI.

Tuvo que ver con mi fascinación con la visión simbólica de aquella época. Se dice, desde la Ilustración, que la Edad Media es una 'época oscura', pero en ella se levantaron las catedrales góticas. Nuestro mundo ha progresado gracias a la ciencia, pero su evolución ha sido solo exterior, porque en el aspecto interno vivimos una época sin sentido desde el momento en que nuestra fe se ha desplazado a la ciencia, que no puede medir ni formular el sentido que tiene la vida para cada uno. ¿Cuál es la 'época oscura'?

Siempre le interesó lo fantástico, lo oculto.

El interés por la literatura fantástica procede de Borges. Y a lo oculto llegué a través de un matrimonio francés de esotéricos que vivía en le piso de abajo de la casa de Toledo que ocupé entre 1972 y 1974. Él era un gran intelectual que escribía textos de esoterismo profundo y ella, una estupenda médium parisina, además de artista. Me iniciaron en el esoterismo serio de principios universales y, a la vez, en la necesidad de no quedar anclado allí, sino de lanzarme a una aventura personal, porque la sabiduría no es solo pensamiento, a la vez es experiencia, es decir, que siempre hemos de estar en contacto, como decía Jung, con nuestros 'daimones'.

"Llegué a lo oculto a través de un matrimonio francés de esotéricos que vivía en le piso de abajo de la casa de Toledo que ocupé entre 1972 y 1974"

En la República de las letras, ¿de qué forma comparece su yo aristocrático?

En efecto, soy un conde en la República de las Letras que, a pesar de haber estado huyendo durante toda mi vida de todo el peso familiar, y de haberme emancipado a los 20 años, he ido asumiendo y comprendiendo poco a poco el significado de la estricta educación inglesa que recibí de niño. Creo que la educación es importante, un signo inequívoco de civilización. Pero desgraciadamente, aunque habitamos un país estupendo para vivir, parece tener cada vez menos educación.

Cuando el mundo se vuelve inhóspito, ¿hay que tener una filosofía propia?

No se trata de tener cada uno su propio catecismo y seguirlo fielmente. La sabiduría aprendida ayuda, pero la vida siempre nos sorprende, afortunadamente, y cada circunstancia tiene su propia respuesta, que ha de ser viva. Se trata de intuirla. Seguramente los próximos cuatro años no van a ser fáciles. El desastre que anuncia Trump ya es el principio de ello. Y el mundo, por otro lado, ha de cambiar e ir resolviendo todas las consecuencias destructoras del progreso que cada vez vamos viendo con más claridad.

"He ido comprendiendo poco a poco el significado de la estricta educación inglesa que recibí"

Bueno, vive apartado, en el campo. ¿Ve conexiones entre pensamiento y naturaleza?

Gracias a mis últimas lecturas y experiencias directas con el mundo natural, he podido entender que todo en la naturaleza piensa y siente a su manera. Todo ser vivo tiene sus propias estrategias para buscar la luz, el alimento o defenderse de un insecto peligroso que se aproxima y lanzar ciertos aromas. Es fundamental asumir que todo lo vivo siente dolor y placer, como nosotros.

Recomiende algún título de Atalanta que ilumine el asunto, que viene Sant Jordi.

'Restaurar el alma del mundo', de David Fideler, un ensayo que revela nuevas conexiones entre ciencia, religión y cultura en torno a la sutil inteligencia creativa de la naturaleza.

No se le pesca en frivolidades, ¿eh?

Las frivolidades las dejo para las conversaciones humanas con una copa en la mano. La pasión de la lectura es una cosa muy seria. 

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