Opinión | El pataleo
Josep Pedrerol

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Periodista

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La remontada de todos

Todos sabemos que si hay un club capaz de lo imposible ese es el Real Madrid

Florentino Pérez eleva la moral de la plantilla prometiendo otra prima si remontan ante un Arsenal que llega con dudas

Modric y Mbappé, abatidos tras recibir uno de los tres goles del Arsenal en Londres.

Modric y Mbappé, abatidos tras recibir uno de los tres goles del Arsenal en Londres. / Efe / Tolga Akmen

Seamos del equipo que seamos, yo del Barça, todos sabemos que si hay un club capaz de lo imposible ese es el Real Madrid. Estamos en su momento favorito del año, cuando más a gusto se siente, en los días previos a una gran remontada. La que se ha empezado a cocinar. Podríamos viajar en el tiempo, por ejemplo hasta 1984, y recordar aquella locura colectiva que se vivió contra el Anderlecht, cuando se remontó en el Bernabéu un 3-0 de la ida con Camacho de líder y con el Butragueño más goleador. Pero no es necesario. En los últimos años, el Madrid también lo ha conseguido con una asiduidad pasmosa. Que se lo digan al gran City de Guardiola, que cayó en los últimos minutos sin que Pep supiese reaccionar. O al PSG de Messi, Neymar…y Mbappé, superados por el vendaval blanco. Ahora, tras lo visto en Londres, a todos nos parece que es casi imposible que vuelva a ocurrir, que este Madrid con dudas, que gana por la mínima al Leganés, que tiene a varios futbolistas importantes lejos de su mejor momento o más nerviosos de la cuenta, pueda hacerlo una vez más. Y, además, enfrente volverá a estar un Arsenal que no ha encajado más de dos goles en toda la temporada y que tiene las ideas muy claras, pero...

Los jugadores del Real Madrid se conjuraron en el vestuario justo después del partido de ida. Normal. El miércoles se juegan su prestigio, aunque unos más que otros. Lo de Londres dejó tocados, sobre todo, a Vinicius y a Rodrygo, absolutamente desaparecidos en el Emirates. Mbappé se salvó por actitud pero no por el acierto. Ahora toca hacer el trabajo previo. Ilusionar a los aficionados para que la llegada al estadio sea una locura, para que se viva un recibimiento al autobús como pocas veces se ha visto. Y luego está el Bernabéu, la fuerza del Bernabéu, además techado para que no escapen los gritos de los madridistas que sueñan con otra noche mágica. A partir de ahí, fútbol. Si eres del Madrid, crees. Y, si no lo eres, envidias esa manera de creer. Sea como sea, el Madrid consigue que esta remontada la sintamos todos.