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Joan Tapia

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Presidente del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.

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¿Cruzar el río? Solo en Bruselas

Sánchez quiere al mismo tiempo cumplir y dilatar el aumento de gasto militar. Su prioridad es que su muy heteróclita mayoría no se desmorone

Von der Leyen anuncia un fondo de 150.000 millones de euros para "rearmar" a la UE

La gran coalición de Merz levantará el freno a la deuda por la vía rápida para Defensa

Pedro Sánchez i Alberto Núñez Feijóo, ahir al palau de la Moncloa. | JOSÉ LUIS ROCA

Pedro Sánchez i Alberto Núñez Feijóo, ahir al palau de la Moncloa. | JOSÉ LUIS ROCA

¿Tiene “una mala salud de hierro”? Pese a una mayoría muy heteróclita, Sánchez ha aguantado grandes tempestades y contradicciones. Solo con dos asideros. La economía, donde el keynesianismo distributivo (salario mínimo, pensiones…) ha funcionado tirando al alza la demanda y el empleo, en gran parte inmigrante, sin disparar ni la inflación ni el déficit. El otro, el independentismo ha perdido la mayoría y la Generalitat, con Salvador Illa, está desinflamando Catalunya.

Pero Sánchez sigue asediado por la oposición y -menos lógico- por sus socios más pintorescos, Junts y Podemos. Aún no tiene presupuestos y le ha atrapado el tsunami Trump-Putin sobre Ucrania, que obliga a Europa a aumentar drásticamente su gasto militar. Ya no tiene asegurada la protección americana de la OTAN. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, insta a subir en 800.000 millones (la mitad del PIB español) el gasto militar de la UE, lo que forzará a los estados a incrementar su presupuesto de Defensa.

El compromiso era dedicar el 2% del PIB (ahora será el 3%) y España, con el 1,2%, está en el pelotón de los torpes. Sánchez, que quiere contar en Bruselas, ha prometido a subirlo al 2% antes del 2029. ¿Cómo? No tiene los votos necesarios porque no solo gran parte de su mayoría es contraria, sino que su socio Sumar es muy reticente. Y además Yolanda Díaz ha perdido mando. Quería sus 37 horas y se topa con el gasto militar.

El presidente sabe que ahora y en Madrid no puede cruzar este río. Pues a distraerlo. Uno, jurando que en ningún caso bajará el gasto social. Y este año -la concreción europea aún está pendiente- cree que podrá salirse con los fondos de contingencia (unos 4.000 millones) del presupuesto. Piensa que así evitará la explosión de su tambaleante mayoría. E ir tirando… a la espera de las decisiones de la UE.

La buena solución -trasladar a España el pacto europeo por el rearme- le es imposible. El pacto con el PP -la realidad europea- rompería a su Gobierno, salvo que el PP ayudara. Y Feijóo no lo hará, porque quiere echar a Sánchez. Pero en este asunto ambos están algo prisioneros de lo acordado en Bruselas. A corto -si la mayoría de Sánchez no se rompe- el PP solo puede complicarle aún más la vida. Y Sánchez querrá eso. Con los fondos de contingencia, sin votaciones en el Congreso y diciendo 'machadas' como que luchar contra el cambio climático también es un gasto de seguridad. A Yolanda le gusta.

Pero en Alemania la CDU de Merz (el PPE) está pactando con el SPD un nuevo gobierno porque no quiere nada con la extrema derecha. Y las fuerzas centrales (CDU, SPD y verdes) ya han acordado descafeinar el 'freno fiscal', establecido en la Constitución por la CDU, que limita el endeudamiento anual al 0,35% del PIB. Ahora ese 0,35% no contará para el gasto militar y además se reservan 500.000 millones (exigencia de SPD y verdes) para infraestructuras. Merz, que hizo campaña a favor del 'freno fiscal', ha cambiado en pocos días. Como para Sánchez, la necesidad es virtud.

¿Puede hacer el pacto Merz-SPD que mejore la relación entre Sánchez y el PP? No, pero Sánchez deberá cuidar sus formas con Feijóo. No debería recibirlo, como hizo el jueves, igual que a Rufián o a Bildu. Y Feijóo debe interiorizar que Merz es amigo, pero que Vox no gusta.

Y se irá viendo que no solo España, sino todos los países de la UE sudarán subir el gasto militar. Macron es gallito, pero Francia tiene un déficit del 6,5%, el doble que España. Y en Italia, Meloni, al contrario que Abascal, se modera y pide fondos europeos para la defensa. Como Sánchez. Al fin, todo apunta a más fondos comunitarios (deuda europea) y a más deuda de los estados que la UE permitirá. Mejor más deuda, que más Putin.

¿Contener el gasto social? Quizás algo. ¿Reducirlo? Nadie querrá. Hoy el descontento dopa a la extrema derecha y en Europa solo Ione Belarra cree que traería la revolución proletaria.

Así, medio desnudo, pero chulo, piensa Sánchez resistir. ¿Podrá? Al final tendrá que cruzar el río del gasto militar. Como Alemania. Feijóo también deberá adaptarse, como mínimo respecto a Vox. ¿Pueden hacer Sánchez y Feijóo algo juntos, como Merz y el SPD? Parece que no. ¿El PSOE y el PP? Quizás sí, después de las elecciones.  

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