Opinión | Apunte

Maria Teresa Pomés

Maria Teresa Pomés

Médico de la Educación Física y el Deporte Societat Catalana de Medicina de l' Esport

El movimiento que nos define

La OMS tiene como objetivo disminuir en un 15% las poblaciones con comportamiento sedentario para el año 2030. Por eso es tan necesario promover los hábitos de vida saludable.

Persona haciendo 'running'

Persona haciendo 'running' / FMT

Las personas estamos diseñadas para ser activas. El movimiento nos define. Estamos obligados a andar para ir de un lugar al otro; lo podemos hacer más rápido si corremos; si nos encontramos algún obstáculo podemos saltar; subimos y bajamos escaleras; nos estiramos para llegar a cosas alejadas de nuestro cuerpo; podemos coger pesos y transportarlos; muchas de las tareas cotidianas necesitan del movimiento. Bailamos para pasarlo bien, nos movemos cuando nos relacionamos con los otros, respiramos, muchas veces lamentablemente de forma superficial, pero todas estas actividades físicas forman parte de nuestro día a día.

También podemos ir al gimnasio y hacer ejercicio físico más pautado, ir en bicicleta, correr, nadar… o alguna clase dirigida, y complementarlo con algún tipo de trabajo de fuerza y posteriormente estiramientos y algún tipo de relajación. También podemos hacer algún deporte en concreto, individual o de equipo, que incluso nos da la posibilidad de competir si queremos. Todo cuenta y todo suma: de esta manera activamos nuestro sistema cardiocirculatorio, respiramos profunda y rítmicamente, movemos musculatura grande, activamos sistemas de drenaje de toxinas… y nuestro organismo, entra en la rueda normal de funcionamiento y de relación que nos lleva en un estado de salud más global.

Estilo de vida activo

Lo importante es tener un estilo de vida activo que es bueno en todas las edades. El ejercicio físico comporta beneficios demostrados previniendo y mejorando problemas de salud como la HTA , la Diabetes Mellitus, las dislipidemias, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades osteomusculares…también favorece mejoras cognitivas previniendo la demencia y al promover más las relaciones sociales, mejora el estado emocional previniendo enfermedades mentales. Mejora la calidad del sueño y por tanto el descanso reparador con los beneficios que esto comporta en la esperanza de vida y disminución de la mortalidad.

El estilo de vida que llevamos actualmente se aleja muchas veces de este ideal de vida activa: el sedentarismo no es bueno a ninguna edad. La evidencia científica es muy clara hacia los beneficios de un estilo de vida activo, y el sedentarismo ya es un factor más de riesgo para muchas enfermedades… Factores de riesgo que no se suman entre ellos, si no que se multiplican. La OMS tiene como objetivo disminuir en un 15% las poblaciones con comportamiento sedentario para el año 2030. Por eso es tan necesario promover los hábitos de vida saludable, disminuir las conductas sedentarias e incentivar la práctica de ejercicio físico regular en todos los grupos de edad independientemente del sexo, contexto cultural y situación socioeconómica.

Prescripción necesaria

Las personas con enfermedades crónicas, con discapacidades o mujeres embarazadas tendrían que poder seguir estas recomendaciones dentro de sus posibilidades. De forma que tanto los profesionales de la salud como del deporte tenemos mucho trabajo a hacer: tan importante es el trabajo de prevención, educación, promoción de la actividad física y el ejercicio en la población sana, como el trabajo de prescribir esta actividad y/o ejercicios físico a las personas con enfermedades crónicas y discapacidades, como herramienta terapéutica coadyuvantes con los tratamientos de base.

Cada vez empieza a haber más unidades interdisciplinares en hospitales y en atención primaria que trabajan en equipo para atender problemas de salud como la obesidad, enfermedades respiratorias, cardiovasculares, renales, neurológicas, mentales…Estos equipos abordan la enfermedad desde diferentes ámbitos para hacer consciente al paciente de que es él quien tiene que cambiar en su vida para mejorar su salud. Una de las herramientas que incorporan es la actividad física, prescrita para cada caso en concreto según la situación del paciente en cada momento. El paciente entra en un aprendizaje de autocuidado, guiado, donde toma responsabilidad de qué tiene que hacer para estar bien: hacer cada día un poco de ejercicio físico es una de estas herramientas. Y a lo largo del proceso, el paciente vivencia que si se adhiere a los hábitos de vida saludable que se le muestra, se encuentra mejor. Todo esto quiere una actitud consciente de quererlo hacer con la ayuda de unos profesionales formados.

Y aquí es donde tenemos todavía mucho trabajo que hacer los profesionales de la salud y el deporte: ¿Cómo se prescribe el ejercicio físico? No es el mismo en niños, en adolescentes, en gente mayor… ¿Qué particularidades tiene en las adolescentes y las mujeres? ¿Cómo se adapta en cada enfermedad crónica? ¿Qué intensidad? ¿Cada cuánto? ¿Cómo se incorpora en la vida cotidiana de cada persona para que lo pueda hacer de manera regular y constante? Esta prescripción es necesaria, individual y adaptada, como una receta, para conseguir adherencia de la población a un estilo de vida activo saludable en todas las edades.