Opinión | 8M
Ana Bernal-Triviño

Ana Bernal-Triviño

Profesora de la UOC y periodista.

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¿Morirá el feminismo?

Es un horror dañar a lo que ha salvado a tantas mujeres, mientras los machistas están más juntos que nunca y disfrutan viendo cómo se machacan unas a otras

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Archivo - Vista aérea con centenares de personas durante la manifestación convocada por la Comisión 8M por el Día Internacional de la Mujer, a 8 de marzo de 2024, en Madrid (España).

Archivo - Vista aérea con centenares de personas durante la manifestación convocada por la Comisión 8M por el Día Internacional de la Mujer, a 8 de marzo de 2024, en Madrid (España). / Alejandro Martínez Vélez - Europa Press - Archivo

La unidad de la huelga general feminista de 2018 ya no existe. Creo que el feminismo está en su momento más débil, más cuestionado y manoseado. Aquel fue un triunfo del que todo el mundo quiso llevarse un trozo del pastel. Luego, la polarización arrasó. Hay quienes se acercaron a él para  derrotarlo o para reclamar más foto. Todo para que, al final, no tenga relevancia lo importante: las que necesitan medidas y políticas para sobrevivir al machismo. El odio entre partidos ha arrastrado al feminismo, su instrumentalización ha desatado debates incluso con amenazas de muerte, varios medios lo han ridiculizado, y hay un interés por callar voces feministas.

Un informe de LLYC no trae esperanzas. El análisis de nueve millones de mensajes en X, en doce países, desvela que el 50% de la conversación sobre feminismo es negativa, y afecta a lo que la juventud piensa sobre él. Las búsquedas sobre “igualdad” y “feminismo” han descendido un 50%. Las comunidades feministas están más aisladas y su conversación es más crispada por ser atacada

Por si toda esta reacción machista, financiada y organizada, no era suficiente; hay más. No sé cuántas mujeres me confiesan que no han vivido un periodo de hostigamiento, cancelación y de debate encarnizado como nunca antes. Ha habido interés, incluso en boca del feminismo, de venderlo como caza de brujas, o señalar que las propuestas que prohíben convierten a 'otras' feministas en ultraderecha. No sabía que prohibir la explotación sexual y reproductiva ahora era ser de ultraderecha. Tendrán que leer a Mujeres Libres y recordar de dónde venimos. La libre elección se usa como comodín para todo. A este ritmo, nos dirán que el matrimonio forzoso o ser maltratada se elige y que callemos porque limitamos la libertad de las mujeres y no lo 'vivimos' en primera persona. Es tan absurdo como decir que no puedes ser animalista porque eres humana. Mezclan, con intención, abolición con prohibición, o testimonios con denuncias anónimas. Se va incluso a por jueces progresistas como Joaquim Bosch, cuando advirtió de un aspecto de la ley trans que luego se ha cumplido. Espero que podamos señalar deficiencias de la ley de violencia de género sin que nos llamen machistas. 

No se permite hablar, salvo con consignas vacías de significado. Es un horror dañar a lo que ha salvado a tantas mujeres, mientras los machistas están más juntos que nunca y disfrutan viendo cómo se machacan unas a otras. Su plan de que los argumentos machistas sean comprados por el feminismo va por buen camino. Ojalá otros 8M donde honremos a quienes dieron la cara por nosotras. Donde atendamos a lo que dicen las víctimas y  la infancia. Y, sobre todo, que no se manipule el feminismo: un movimiento para mujeres, libres de opresiones impuestas por el patriarcado. Que sobreviva ese legado depende de nuestra memoria y respeto por lo conseguido. Porque si esto acaba siendo un espacio donde los machistas vean legitimados sus privilegios bajo una falsa consigna de libertad, el feminismo morirá. Y con ello, morirán los derechos de todas.

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