Opinión | Oposición
Andreu Claret

Andreu Claret

Periodista y escritor. Miembro del Comité editorial de EL PERIÓDICO

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La irrupción de Trump zarandea a Feijóo

Apegado a la posición de los populares europeos, el líder del PP tendrá que buscar alternativas al coste de un pacto con Vox. No le quedará otra que explorar un acuerdo con Junts per Catalunya y el PNV

Feijóo y el PP europeo valoran cambiar la ubicación de su congreso de Valencia a Madrid

Feijóo espera que Sánchez reclame su apoyo en el gasto de defensa ante su soledad parlamentaria

Leonard Beard.

Leonard Beard.

Donald Trump no solo ha sacudido la política internacional. Su desbocada irrupción en la escena europea también está agitando el juego político interno en muchos países de la Unión. Por primera vez desde la segunda guerra mundial, conservadores y socialdemócratas coinciden en la necesidad de tomar distancias del amigo americano y espabilar frente a las amenazas rusas. Un giro que ha puesto en aprietos a algunos dirigentes de las derechas. En España, Alberto Núñez Feijóo se ha visto obligado a criticar a Washington por la amenaza de nuevos aranceles y el acercamiento descarado a Vladímir Putin, en detrimento de Ucrania. Estupefacto ante los halagos de Trump a Santiago Abascal, el líder del PP ha manifestado su apoyo a Volodímir Zelenski, tras la encerrona que este sufrió en la Casa Blanca. No podía hacer otra cosa. La estrategia del Partido Popular Europeo (PPE), encabezada por el alemán Manfred Weber, de aliarse con las derechas más extremistas para descabalgar a los socialistas de la sala de mandos de la UE, se ha venido abajo en un plis plas. Empezando por Alemania, donde el apoyo de Elon Musk a los ultras de Alternativa por Alemania ha tenido el efecto contrario al pretendido. Tras haber ganado las elecciones, el conservador Friedrich Merz se dispone a gobernar en coalición con los socialdemócratas, mientras llama al renacer político y militar de Europa

¿Qué efectos puede tener todo ello en la política española? Si las elecciones se celebrasen ahora, las volvería a ganar el Partido Popular, aunque sin mayoría absoluta. ¿Podría Feijóo formar gobierno con un partido como Vox, que les ríe las ocurrencias a Trump y a Elon Musk cada día? Difícil, por mucho que el líder del PP critique a Pedro Sánchez por marginar a los de Abascal de los encuentros sobre el futuro de Europa. En medio del vendaval desatado por la administración norteamericana, Núñez Feijóo pagaría un precio alto en cualquier convocatoria electoral si no hiciera como Merz en Alemania: hacer de la exclusión de la extrema derecha una cuestión de supervivencia europea. En las actuales circunstancias, dejar abierta la puerta a un pacto con Abascal sería letal para el PP, por muy desgastado que esté Sánchez. Sería tanto como presentarse ante la opinión pública española de la mano de Trump y de Putin.

Es más incierto saber qué pasará si Sánchez consigue agotar la legislatura, aunque sea a trancas y barrancas. Con lo revuelto que anda el patio, aventurarlo supone una insensatez. Lo único cierto es que la ofensiva disruptiva y antieuropea de Trump le ha dado oxígeno cuando empezaba a boquear. Le ha bastado con presentar a la socialdemocracia como un refugio frente a la incertidumbre de Washington y las amenazas del Kremlin. Una trinchera europeísta que gana adeptos cada vez que Trump desaira a la UE. Vean, si no, los equilibrios que tiene que hacer Giorgia Meloni ante el riesgo de avance de la izquierda en algunas elecciones regionales.

En este contexto, Núñez Feijóo se verá obligado a navegar a vista hasta las próximas elecciones. Tendrá que cruzar los dedos para que Trump no azote demasiado al campo español, mientras intentará que José María Aznar convenza a los republicanos estadounidenses de que Abascal no es de recibo. Mientras Trump siga empeñado en socavar a la Unión Europea, a sufrir. El líder del PP tendrá que agarrarse al palo mayor para mantener el tipo. Apegado a la posición de los populares europeos, tendrá que buscar alternativas al coste de un pacto con Vox. No le quedará otra que explorar un acuerdo con Junts per Catalunya y el PNV, con el permiso de Isabel Díaz Ayuso. En otras palabras, para alcanzar la Moncloa, si los números dan, él también tendrá que hacer virtud de la necesidad. Lo demás, insinuar acuerdos con los aliados de una América egoísta y de una Rusia agresiva le dejaría sin relato. Lo mejor, para él, sería que Trump modulara sus ansias de revancha y que los populares europeos recuperasen su condición de puente con el republicanismo norteamericano. Nada indica que esto vaya a ocurrir hasta que Trump no baje del burro. Sánchez lo sabe, y podría aprovecharlo para convocar elecciones en medio del actual rifirrafe. ¡Menuda paradoja! Puede que ahora sea a Feijóo a quien no interese ir a las urnas 

Suscríbete para seguir leyendo