Opinión | Una elección decisiva
Joan Tapia

Joan Tapia

Presidente del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.

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Alemania aguanta

No ha habido efecto Trump porque la fuerte subida de la extrema derecha no ha superado lo previsto por las encuestas antes de las elecciones americanas. Lo más probable es un Gobierno de coalición de la CDU y el SPD

Las cinco claves de los resultados de las elecciones alemanas

Directo. Última hora, resultados y reacciones de las elecciones alemanas

Friedrich Merz, líder de la conservadora CDU, se dirige a sus seguidores después de las primeras encuestas a pie de urna en las elecciones generales alemanas.

Friedrich Merz, líder de la conservadora CDU, se dirige a sus seguidores después de las primeras encuestas a pie de urna en las elecciones generales alemanas. / AFP/ODD ANDERSEN

Un 84% de alemanes ha acudido a las urnas. Ha sido la participación más elevada en 35 años. Había conciencia de que eran unas elecciones decisivas. Cuatro grandes conclusiones. Una, ha subido el voto de protesta de extrema derecha (AfD) y extrema izquierda. Dos, los partidos centrales (CDU, SPD y Verdes) han resistido y tienen una amplia mayoría -no todopoderosa- en el Bundestag. Tres, la CDU y el SPD están en condiciones de poder formar un gobierno con mayoría absoluta. Cuatro, no ha habido efecto Trump. El 20,8% de votos de la AfD era lo que ya preveían las encuestas desde antes de las presidenciales americanas. 

Los partidos de la coalición 'semáforo' (SPD, verdes y liberales) salen muy castigados. En 2021 tuvieron el 52% de los votos y ahora han caído al 32,3%. Un Gobierno que se rompe, que sufre la crisis estructural provocada por la pérdida del gas ruso barato, con crecimiento cero, y con ataques terroristas de inmigrantes que tenían orden de expulsión, no podía no salir malparado. El SPD del canciller Scholz pierde nada menos que nueve puntos, los verdes tres y los liberales -los culpables de la ruptura del Gobierno- siete. Y, además, salen del parlamento al no llegar al 5% de los votos.

El ganador destacado es la CDU-CSU con el 28,5% y una subida de algo más de 4 puntos. Y Friedrich Merz, el conservador candidato de la CDU (muy alejado de Merkel) ya ha declarado que mantendrá el cordón sanitario a la extrema derecha de la AfD (dato decisivo) y que quiere formar un Gobierno con rapidez porque Europa debe reaccionar ante los gestos de la América de Trump. Le preocupan las presiones de Putin y de Trump. Europa tiene que trabajar su autonomía estratégica. 

Parece pues que Alemania volverá, como algunas otras veces, a una gran coalición CDU-SPD que la anunciada retirada de Scholz favorecerá. El negociador del SPD será el actual ministro de Defensa Boris Pistorius, un político muy popular. Y la coalición de populares y socialistas en Berlín -a tener en cuenta en toda Europa- será clave para fijar la política de Bruselas ante la incipiente entente Trump-Putin.

Pero el voto de protesta ha sido fuerte. La izquierda de Die Linke ha superado el 8%, un aumento de casi cuatro puntos. Son votos quizás debidos a la recesión y al rechazo a las reacciones contra la inmigración. Y la AfD ha tenido una subida espectacular de 10 puntos, hasta el 20,8%, debido a la recesión, al recelo a la inmigración, multiplicado por los ataques terroristas de los últimos meses, y a la situación de los 'länder' del Este. 

La protesta indica que el Gobierno de Merz -la negociación con el SPD será laboriosa- deberá emprender reformas de fondo para dinamizar la economía y encuadrar mejor la corriente migratoria. Pero la AfD no ha subido por el efecto arrastre de los guiños alentadores de Trump, Musk y Vance. Ya antes las encuestas le daban el 20%. Es quizás un indicativo de lo que puede pasar en otros países europeos. En todo caso no es una buena noticia para Abascal. 

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