Opinión | Ágora
Ignasi Sayol

Ignasi Sayol

Presidente de Pimec Logística - Clúster logístic de Catalunya y miembro de Oikia.

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Visión empresarial en el aeropuerto de Barcelona: ¿optimización o expansión?

La gestión integrada de los aeropuertos de Catalunya permitiría repartir el tráfico y evitar concentraciones que generan desequilibrios y externalidades negativas

Aena confía en la ampliación de El Prat: "Hay motivos para el optimismo con el nuevo Gobierno"

El aeropuerto de Barcelona-El Prat continúa su senda de récord y cierra enero con 3,7 millones de viajeros

Panel de información de vuelos en el aeropuerto de Barcelona.

Panel de información de vuelos en el aeropuerto de Barcelona. / Ferran Nadeu

Ante el debate sobre la ampliación del aeropuerto hay que decir, desde el entorno empresarial, que la ampliación que propone Aena no es la solución, puesto que los impactos negativos superan a los beneficios aparentemente prometidos.

El aeropuerto se diseñó para operar con pistas independientes, pero funciona normalmente con pistas segregadas, una operativa ineficiente. Se ha demonizado la operación con pistas independientes cuando donde hay que poner el foco es en la intensidad en número de vuelos, en las franjas horarias donde se realizan y en el tipo de aeronaves que se priorizan, que es lo que nos tiene que preocupar para la salud de la ciudadanía. Lo que hace falta es mejorar infraestructuras y gestionar recursos de manera eficiente. Hace falta un modelo aeroportuario catalán que responda a los intereses del país. La gestión actual por parte de Aena no es la más adecuada, hay alternativas más sostenibles y beneficiosas para la economía catalana. El alargamiento de la pista por el lado mar puede afectar al crecimiento del Puerto de Barcelona, limitando la instalación de grúas necesarias para barcos grandes, y poniendo en riesgo su competitividad y una parte esencial de la economía catalana.

No se trata de un falso dilema entre medio ambiente y economía, entre patos, personas y empresas. Hace falta una gestión inteligente y sostenible que no ponga en peligro al territorio ni al futuro económico del país.

Aena como problema central

Aena controla los aeropuertos en España, incluyendo El Prat, priorizando los beneficios económicos sobre el bien común. Un cambio de modelo es necesario, como en los aeropuertos de Londres, donde la gestión pública e independiente protege a todos los actores implicados con una regulación transparente. Incluye Heathrow y Gatwick como aeropuertos principales para vuelos de largo recorrido y negocios, mientras que otros, como Stansted y Luton, se especializan en vuelos de bajo coste. A diferencia de Aena en España, que centraliza la gestión de los aeropuertos, en Londres los diferentes aeropuertos son gestionados por entidades separadas con una estrategia común. Las estrategias las establecen las instituciones públicas conjuntamente con los actores económicos y sociales del país y las ejecutan los operadores privados, como Aena.

Barcelona-El Prat debería seguir un modelo similar, con El Prat para vuelos intercontinentales y Girona y Reus para turísticos y de bajo coste, conectados por tren, y Alguaire como centro logístico dedicado a carga aérea, nuestro Memphis. La gestión integrada de los aeropuertos de Catalunya permitiría repartir el tráfico y evitar concentraciones que generan desequilibrios y externalidades negativas. Hay que reforzar las conexiones ferroviarias entre aeropuertos catalanes para distribuir la carga de vuelos e impulsar conexiones regionales e internacionales en tren. Esto contribuiría a la lucha contra el cambio climático, reduciendo la dependencia del transporte aéreo. El aeropuerto del Prat necesita mejoras, pero tendrían que centrarse seguramente en construir una terminal satélite, pero sobre todo en remodelar la T2 y tener una mejor conexión con la T1, aumentando la capacidad de de intercambio de pasajeros. También se pueden hacer mejoras en los sistemas de aproximación, para aumentar la capacidad del campo de vuelo sin grandes inversiones.

Impacto sobre el Puerto de Barcelona

Un tema del que nadie habla y que es crítico, el alargamiento de la pista lado mar, puede afectar negativamente el Puerto de Barcelona, limitando la instalación de infraestructuras clave para operaciones con grandes barcos, afectando al desarrollo económico a largo plazo. La tendencia del comercio marítimo es utilizar barcos cada vez más grandes, por eso el Puerto está realizando una fuerte inversión para conseguir disponer de mayores calados, nuevas terminales de carga, etc. Por lo tanto, cualquier proyecto de ampliación que se plantee para el aeropuerto del Prat debe tener en cuenta a la primera infraestructura competitiva que tiene nuestra economía, el Puerto de Barcelona.

En resumen, el alargamiento de la pista lado mar no es necesario para desarrollar a Barcelona como 'hub' intercontinental. Es mucho más eficiente tener una gestión integrada de los aeropuertos catalanes, invertir en mejoras ferroviarias y optimizar las infraestructuras existentes.