Opinión | Comentario bursátil

Eduardo López Alonso

La bolsa y la vida: Guerra ideológica y evolución bursátil

Vance asegura que la libertad de expresión está "en retroceso" en Europa y carga contra el cordón sanitario a la extrema derecha

Vance asegura que la libertad de expresión está "en retroceso" en Europa y carga contra el cordón sanitario a la extrema derecha / EFE/EPA/RONALD WITTEK

La bolsa española está en el nivel más alto desde junio de 2008. Atentos a las empresas relacionadas con el sector de defensa y los bancos, que son los grandes motores bursátiles del último rali. 

Guerra ideológica

Las bolsas mundiales asisten a la actual situación internacional con inquietud y confianzas a partes iguales. La ofensiva mundial del presidente de EEUU, Donald Trump, tiene más de guerra ideológica que de conflicto económico en ciernes (que también). Las bases de la democracia europea están amenazadas por oligarcas, ricos muy ricos, personalizados en Trump/Elon Musk, Putin y Xi Jimping. Ante la amenaza de desestabilización internacional, las bolsas mundiales siguen todavía a la expectativa. Prevalecen las incertidumbres, pero en el ecosistema de los analistas de renta variable siguen prevaleciendo los optimismos frente a las agoreras noticias y los indicadores poco halagüeños. 

Oxímoron en las previsiones

Entre los informes recibidos este viernes llama la atención el de Beth Beckett, economista de Capital Group, que apunta a un contexto europeo alarmante pero asociado a tendencias positivas en la bolsa. El aparente oxímoron se viste con el argumento de que Alemania, motor económico de Europa, va indiscutiblemente mal. Pero al mismo tiempo, las expectativas son positivas en la revalorización de la bolsa, al abrigo de la economía verde, de la que Europa es líder y Alemania la gran beneficiada. 

Indicadores en Alemania

Sin embargo, es fácil dudar de la conclusión sobre la evolución optimista de los mercados con tantas calamidades por el camino. Beckett reconoce que "de cara al 2025, el pesimismo en torno a las perspectivas económicas de Alemania parece casi universal. Las expectativas de consenso apuntan a otro año de estancamiento del crecimiento, lo que, de confirmarse, significaría que la economía lleva seis años sin crecer de manera significativa". Pero añade: "Teniendo en cuenta la disparidad que existe entre el clima de confianza que observamos en los mercados y en el ámbito macroeconómico, las expectativas de beneficios del índice DAX superan este año al resto de países europeos. Se prevé que los beneficios por acción aumenten un 10,5% en 2025, solo un poco por debajo del 12,5% previsto para el índice S&P 500".

Boicot a productos estadounidenses

Como telón de fondo se ha abierto una verdadera guerra ideológica a nivel mundial. EEUU, a través de Trump y del vicepresidente, J.D. Vance, apoyando a la ultraderecha alemana y contra el peso de las regulaciones en la economía, abre la caja de los truenos y evidencia la rotura de las alianzas establecidas tras la Segunda Guerra Mundial. Las consecuencias políticas de la nueva situación son todavía difíciles de aventurar y sobre las venturas económicas, todavía menos. Solo una economía fuerte europea puede hacer frente al reto político lanzado por EEUU. También quedan en entredicho las estrategias de expansión de empresas europeas en EEUU ante un conflicto político tan descarnado. El cordón sanitario establecido a los partidos de ultraderecha en Europa podría llegar a plantearse en el ámbito del consumo con productos estadounidense (con Tesla como ejemplo, caída de ventas en Europa). Y ese riesgo de boicots tendría obviamente consecuencias económicas. 

Gasto público como salvación

Ante estas incertidumbres, se agranda el reto. Opina Beckett que "Alemania necesita urgentemente aumentar el gasto público en defensa, energía e infraestructuras. Un mayor pragmatismo en torno a la política económica alemana serviría para aumentar la confianza y respaldar la actividad". La respuesta europea podría ser poner en práctica la teoría monetaria moderna y contraponer al ultraliberalismo estadounidense una decidida política de gasto público, más allá incluso del plan Draghi. Fortalecer autonomía económica y abrir nuevos socios económicos. Todo ello con un dólar más fuerte que el euro y previsibles tensiones inflacionistas en Estados Unidos. El resultado es difícil de prever. Los países de la eurozona están de acuerdo en la necesidad de aumentar la inversión en defensa en el continente pero dudan de si la tarea debería fiarse a los presupuestos nacionales o requiere de financiación común, en particular, a través de la emisión de deuda conjunta. El tema ha estado sobre la mesa en una reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) que coincidió con la cumbre informal de líderes europeos convocada en París por el presidente, Emmanuel Macron, para diseñar la estrategia de cara a una negociación de paz en Ucrania. La defensa de Ucrania y las presiones del Gobierno estadounidense de Donald Trump para que los aliados europeos aumenten su gasto en defensa incluso hasta el 5% del PIB, muy superior al aproximadamente 2% actual, han llevado el refuerzo de la defensa y seguridad al primer plano de la agenda europea. La solución de los eurobonos parece la más lógica, tanto para financiar la defensa de Ucrania, y por tanto de la UE, como para revitalizar la economía ante el reto arancelario estadounidense.

Mario Draghi reconoce que habrá que revisar su plan

Las amenazas de una guerra comercial con Estados Unidos hacen que la reforma profunda de la economía de la UE sea aún más urgente, afirmó este martes el exprimer ministro italiano Mario Draghi. "La sensación de urgencia de emprender el cambio radical, que el informe defendió, se ha vuelto aún mayor", afirmó Draghi en el Parlamento Europeo. El informe que presentó en septiembre del año pasado, titulado 'El futuro de la competitividad europea', traza un panorama demoledor del estancamiento de la economía de la UE y la necesidad urgente de un paquete público de ayudas para revitalizar la economía calculado en unos 800.000 millones de euros al año .

Draghi -quien también presidió el Banco Central Europeo, BCE- afirmó que cuando escribió su influyente informe "el principal tema geopolítico era el crecimiento de China", pero advirtió que ese escenario se ha modificado en forma dramática con la llegada de Trump a la presidencia. "Ahora, la UE enfrentará aranceles de la nueva Administración estadounidense en los próximos meses -probablemente en las próximas semanas- que afectarán nuestro acceso al mayor mercado de nuestras exportaciones", dijo. Paralelamente, el exprimer ministro italiano alertó que aranceles estadounidenses más elevados a China podrán representar una inundación de productos en Europa, sin que las empresas del Viejo Continente puedan competir con precios más bajos.