Opinión | Astronomía
Miquel Sureda

Miquel Sureda

Profesor de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC)

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Asteroide 2024 YR4: 'look up', porque quizás sí que debemos estar un poco preocupados

Habrá que esperar a la visita del asteroide en 2028 para seguir haciendo cálculos y obtener valores más exactos de su órbita y, mientras esperamos, habrá que planificar una misión por si finalmente es necesario desviar su trayectoria

El asteroide 2024 YR4, en una imagen del pasado día 31 facilitada por la NASA.

El asteroide 2024 YR4, en una imagen del pasado día 31 facilitada por la NASA. / Afp

“Un asteroide peligroso podría impactar con la Tierra en 2032”. Hace días que corre la noticia, seguro que a muchos les ha sonado a ‘clickbait’, sobre una nueva historia sensacionalista para no dormir. Pero me sabe mal deciros que quizás sí que debemos estar un poco preocupados.

El pasado 27 de diciembre se detectó un asteroide pasando cerca de la Tierra. El objeto, llamado 2024 YR4, mide entre 40 y 90 metros de diámetro. Para hacernos una idea, 40 metros es el tamaño de un Boeing 737 y 90 metros es la altura de la estatua de la Libertad. No es un asteroide muy grande, pero si impactara con la Tierra, podría liberar una energía equivalente a 7,7 megatones de TNT, comparable a las bombas nucleares más potentes jamás detonadas en ensayos militares. Con ese tamaño no crearía una catástrofe global, como el meteorito que originó la extinción de los dinosaurios (y otras muchas especies) hace 65 millones de años. Aquel meteorito medía unos 12 km y provocó bolas de fuego, megatsunamis, terremotos, erupciones volcánicas y el oscurecimiento del cielo durante años. El impacto de un asteroide como 2024 YR4 tendría un efecto mucho más local, aunque podría llegar a destruir una ciudad entera.

Pero ¿dónde está el asteroide? Ahora mismo está a unos 67 millones de km de nosotros. Esto parece mucho, pero en realidad es la distancia que recorre la luz en 3 minutos y 40 segundos. Esta distancia va aumentando, puesto que el asteroide se está alejando de la Tierra a una velocidad de 17 km por segundo. De hecho, lo más cerca de nuestro planeta que ha pasado fueron unos 830.000 km, el 25 de diciembre, dos días antes de ser descubierto.

¿Si se está alejando significa que ya ha pasado el peligro? Lo siento, pero no. Este asteroide, al igual que la mayoría de los que pasan cerca de nosotros, tiene una órbita elíptica cerrada alrededor del Sol. Por eso, aunque ahora se aleja de nosotros, volverá a pasar junto a la Tierra cada cierto tiempo, concretamente con un período de 4,046 años. Con este dato, podemos saber que la próxima visita nos la hará en diciembre de 2028 a una distancia mínima de unos 8 millones de km de la Tierra. Así que tampoco habrá ningún peligro. Las alarmas saltan cuando estudiamos la siguiente órbita, ya que los cálculos indican que habrá una nueva visita en diciembre de 2032; una visita que podría ser la última, pues existe una probabilidad no nula de que el asteroide impacte contra la Tierra.

Ahora mismo la probabilidad de que 2024 YR4 colisione con la Tierra en 2032 es de un 2%. Es una probabilidad baja, pero no podemos despreciarla, sobre todo porque este número todavía cambiará bastante, a medida que vayamos observando la trayectoria del asteroide y se pueda predecir su órbita con mayor precisión. Normalmente, a medida que se realizan cálculos más precisos, la probabilidad de impacto se va reduciendo, hasta llegar a ser cero. Y esto es lo que esperamos que suceda en este caso también. Pero nadie puede asegurar que esto sea así.

Ahora mismo hay muchísimos ojos estudiando con detalle la órbita de 2024 YR4 y seguiremos haciéndolo hasta que este sea invisible para los telescopios terrestres, lo que sucederá entre finales de abril y principios de mayo de ese año. Una vez que el asteroide haya desaparecido de nuestra vista, un grupo de expertos de la ONU se reunirá y dará el veredicto final. Hay dos posibilidades: la primera es que la probabilidad de impacto se haya reducido significativamente, entonces podremos respirar tranquilos. La segunda es que los datos sigan dando una probabilidad de impacto por encima del umbral crítico. En este caso tendremos que ponernos a trabajar duro, porque 2032 está muy cerca.

Habrá que esperar a la visita de 2028 para seguir haciendo cálculos y obtener valores más exactos de la órbita y, mientras esperamos, habrá que planificar una misión por si finalmente es necesario desviar la trayectoria del asteroide. Se puede hacer de varias formas y ninguna es sencilla. Llevar a cabo una misión de este tipo llevaría tiempo, sobre todo porque hay poca experiencia previa. Ha habido iniciativas, como la misión Dart de la NASA, que en 2022 logró desviar ligeramente la órbita del asteroide Didymos B mediante un impacto frontal. Sin embargo, estas misiones están muy lejos de lo que debería hacerse si se confirma el posible impacto de 2024 YR4.

Para entender los niveles de alerta frente a un posible impacto de un asteroide, se utiliza la escala de Torino de la NASA, que va del 0 al 10. En el caso de 2024 YR4, ahora mismo estamos en el nivel 3. Esto significa que es un asteroide medio con una probabilidad baja de impacto. No hace falta estresarse, pero tampoco podemos dejar de estar atentos a su evolución. Si los datos mejoran, se bajará a nivel 2 y después a 1 o 0. Pero si empeoran, el nivel de alerta aumentará.

Si en 2028 podemos predecir con exactitud la órbita de 2024 YR4 y se confirma una colisión, el nivel de alerta subirá hasta el 8. Y ahí sí, tocará poner todos los recursos necesarios para evitar una catástrofe. Pero no nos inquietemos antes de tiempo. Hasta el próximo mes de mayo iremos viendo un baile de cifras y esperamos que la probabilidad de impacto baje. Mientras tanto, ¡¡disfrutemos al máximo de la vida!!