Opinión
Josep Cuní

Josep Cuní

Periodista.

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Josep Sánchez Llibre. Quien tuvo, retuvo

El presidente de 'Foment del Treball', Josep Sánchez Llibre, en una imagen de archivo.

El presidente de 'Foment del Treball', Josep Sánchez Llibre, en una imagen de archivo. / JORDI COTRINA

Corría el año 1716. El Decreto de Nueva Planta insta a reducir la fuerza del catalán. A tal fin, se dictan instrucciones secretas a los corregidores conminándoles a “introducir la lengua castellana, a cuyo fin dará las providencias más templadas y disimuladas para que consiga el efecto, sin que se note el cuidado”.

Esta es una de las citas de la historia más evocadas por el nacionalismo catalán primero y el independentismo después. Recuperada durante la promulgación de la Loapa para denunciar la armonización del proceso autonómico tras el golpe de Estado de Tejero, su último relanzamiento ha sido como expresión de crítica a todo lo que tenía que ver con los efectos políticos y judiciales del 'procés'. En medio, cualquier acusación de contravenir la inmersión lingüística, condicionar la nación, atacar leyes propias o denunciar los abusos administrativos del Estado han servido para citar la expresión en su versión corta. Y así fue como la frase “sin que se note el cuidado” se instaló en un determinado imaginario popular usándola incluso con otros fines.

Trabajar de manera sutil para conseguir un objetivo alejándose del ruido y procurando pasar desapercibido lo hacen muy bien los diplomáticos. Los mismos políticos que predican transparencia admiten que, a la hora de la verdad, la discreción es el método más eficaz de llevar a cabo negociaciones complejas que requieren tacto. Y acopiando el bagaje de ambos emerge Josep Sánchez Llibre (Vilassar de Mar, Barcelona, 26 de mayo de 1949).

Bragado en sigilosas batallas parlamentarias en defensa de los intereses de CiU en el Congreso durante más de veinte años, el actual presidente de Foment del Treball ha decidido mostrar algunas de sus cartas largamente ocultas. Las circunstancias lo exigen. Y sin olvidar su gusto por el segundo plano ha expuesto claramente el resultado del trabajo silencioso en el que se mueve como pez en el agua para que los empresarios consigan algunos de sus objetivos. Y ha señalado a Yolanda Díaz como la 'hooligan' del Gobierno que sólo busca enfrentarles con los trabajadores con una mano y con la otra se sumaba a los postulados de la misma ministra de Trabajo para que el salario mínimo interprofesional siga sin tributar el IRPF.

Pero la voluntad de Sánchez Llibre de hablar claro va más lejos. Impulsor del peregrinaje a Waterloo de gremios y colectivos profesionales para sugerirle a Carles Puigdemont que sus diputados no avalen la reducción de la jornada laboral que tanto creen que les perjudicaría, el representante empresarial se defiende de quienes le acusan de blanquear la figura del expresident con quien ha intercambiado confianzas, presentándole como un político avalado por las urnas aun después de su huida y cuyo peso público hoy es tan indudable como decisivo.

Haciéndolo, Sánchez Llibre le muestra a Junts el camino por el que debe transitar si quiere recuperar el espíritu pragmático que caracterizó a Pujol y Duran Lleida y que él mismo contribuyó a desbrozar.

Por otra parte, y recuperada la confianza de la CEOE, el líder de los empresarios catalanes ha hecho entender a sus colegas españoles recelosos de él que ésta es la manera pragmática de aprovechar la actual coyuntura para ir acotando, votación a votación, el terreno que legítimamente defienden. Y en la medida de lo posible, sin que se note el cuidado.  

Suscríbete para seguir leyendo