Opinión | Tras los premios Goya
Joan Tapia

Joan Tapia

Presidente del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.

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El cine en llamas

'El 47' y 'La infiltrada' son dos buenas películas que cuentan nuestro pasado y han tenido un gran éxito de taquilla. Pero empataron. Y tanto 'la habitación de al lado' de Almodóvar como 'Casa en llamas' quedaron injustamente algo descolgadas

Gala de los Premios Goya.

Gala de los Premios Goya. / RTVE

Que la gala de los Goya arrasara en televisión y tuviera un 24,4% de 'share' -2,3 millones de espectadores de media- indica que el mundo del cine español despierta gran interés. Es una buena noticia para una industria amenazada por el cierre de muchas salas. Y las dos premiadas como mejor película, 'El 47' y 'La infiltrada' son de calidad y tratan de nuestra historia reciente. Una, la lucha de los inmigrantes, entonces españoles, que llegaban a Barcelona, construían una vivienda y aspiraban a la dignidad. La otra, el terrorismo de ETA, a través de una policía infiltrada que asume grandes riesgos y dónde la jerarquía antiterrorista es vista con más crudeza que reverencia. Los héroes no son las cúpulas, sino los agentes de a pie.

Son dos films que además han tenido -los dos- un gran éxito en taquilla, lo que indica que la Academia de Cine no siempre sucumbe a su torre de marfil. Por eso se puede entender que el premio se tuviera que compartir porque el voto de los 2.334 socios se partió por la mitad. Las dos películas han generado una gran atención -académica y popular- y son un ejemplo de la buena memoria histórica: relatos a través del cine, la literatura o la historia rigurosa que nos ayuden a entender o rememorar el pasado, más allá de toscas simplificaciones.El empate del Goya me recordó el de aquella asamblea de las CUP de diciembre del 2015 en la que los asambleístas empataron a 1.516 votos sobre si apoyar la reelección de Artur Mas o enviarlo a “la papelera de la historia”. Aquel empate fue recibido con gran incredulidad. Se dijo que no podía ser. ¿Cómo ahora?

Son dos excelentes películas. 'La infiltrada' es un gran 'thriller'. Merece el premio a la mejor película y a la mejor actriz (Carolina Yuste). Y 'El 47' es un film social que empatiza con los menos favorecidos -mal mensaje para los que como Milei creen que la justicia social es una aberración-, aunque algo almibarado y alejado del neorrealismo italiano. No hay Giulietta Masina, ni Anna Magnani, pero Eduard Fernández -que recibió el premio al mejor actor por 'Marco'- es insuperable y da veracidad a todos los personajes que encarna. Pese a que algunas escenas de 'El 47' parecen incluso un cuento de Navidad.

Que 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar solo salga con el premio al guion adaptado, la mejor fotografía y la mejor música indica que la Academia no prefiere lo consagrado. Pero el film cautiva y trata un asunto muy de hoy: el derecho a una muerte digna. Aunque la película suya que más recuerdo es aquella 'festiva' 'Mujeres al borde del ataque de nervios' con la que pasé un gran rato. Una historia poco trascendente muy bien contada. Me la recordó 'Casa en llamas', una rocambolesca trama de la burguesía catalana que empieza con un 'gran susto' y logra mantener el interés, pese a las hipérboles. Se lleva el premio al mejor guion original a Eduard Sola. Bien, pero también podía haber optado a la mejor película, la mejor dirección (Dani de la Orden) y la mejor actriz (Emma Vilarasau).

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