¿El tigre de Europa?

Los datos del PIB de 2024, publicados por Eurostat el pasado viernes, han confirmado que los países del sur de Europa crecen más que la media y que otros del centro, como Alemania, que hasta ahora eran considerados los más virtuosos. El 'Financial Times' del sábado publicaba un artículo, 'La venganza de los mediterráneos' diciendo que, cuando la gran crisis financiera que empezó en 2008, Portugal, Italia, Grecia y España fueron escarnecidos con el acrónimo 'pigs' (cerdos en inglés), porque su indisciplina fiscal y la desconfianza de los mercados amenazaron la supervivencia del euro.

Ahora, según el FT, ha habido un cambio sustancial. “España fue la economía que creció más el año pasado. Grecia se está financiando en los mercados en condiciones iguales o mejores que Francia, y Portugal está creciendo más que Alemania desde la pandemia”. Desde 2020, la economía de los antiguos 'pigs' ha crecido un 6%, mientras que la de Alemania está estancada y, según el Bundesbank, con problemas estructurales.

Incluso la fuerte inmigración tiene ventajas, porque en una Europa envejecida es clave poder recurrir al cercano continente africano con una demografía más dinámica. Y los últimos años unos 700.000 emigrantes jóvenes, muchos latinoamericanos que hablan español -Madrid también compite con Miami en atraer talento iberoamericano- han aumentado la población activa de España, donde ya hay falta de mano de obra. Y las energías renovables, que producen electricidad a precios más competitivos, son ya el 59% del total, lo que puede atraer muchas inversiones industriales.

Por otra parte, 'Le Figaro', el diario de centro-derecha de París, recurría al crecimiento español para atacar el presidente Macron. Para 'Le Figaro', España se ha convertido en “el tigre de Europa” al crecer en 2024 un 3,2%, tres veces más que la media del euro. Y en su editorial dice que la recuperación española, basada en el turismo, las fabricas de automóviles, las energías renovables, la industria agroalimentaria y una inmigración escogida, venida en parte de Sudamérica, y la utilización de los fondos europeos, nos debe interpelar pues ha conseguido dividir por tres la tasa de paro, reducir el déficit público y subir la edad de jubilación de los 65 a 67 años en 2027.

Es cierto que, en Francia, Macron sólo ha logrado -con un gran coste político y aún no es algo consolidado- subir la edad de jubilación de 62 a 64 años. Y el déficit público está en el 6%, el doble que el español. Pero lo que está claro -el diario francés de la derecha recurre al socialista Pedro Sánchez para atacar al liberal Macron- es que la polarización y el gran cainismo político no son hoy un patrimonio español.

Aunque no todo son aplausos. El FT se pregunta si la actual tendencia de los países europeos del sur será sostenible en el tiempo. Y se muestra sorprendido que España pueda ser el país que más crece de Europa con unos presupuestos que datan de 2023. Esta anomalía no le parece un milagro sino una rareza incomprensible. 

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