¿Qué hay detrás del caso Juana Rivas?

Me preguntan qué hay detrás del caso Juana Rivas y la respuesta está si analizan la justicia. Les pongo en antecedentes. Más que nada por si alguien se cree luego la idea de que estos temas se denuncian para pasar el rato, y no que te enfrentas a un periplo de años donde te marean, te ningunean y todos se pasan la patata caliente. Mientras, que tengas suerte. 

Ojo y detalle a la ruta judicial. Uno. Un día antes de expirar el plazo para que el hijo menor de Juana volviera a Italia, su equipo acude al juzgado de primera instancia nº 10 de Granada. ¿Y qué dice? Que no es de su competencia. Lo pasa al juzgado de Violencia sobre la Mujer.

Dos. Cerrada esta puerta van a la nueva, pero este había archivado la causa por vacaciones de la juez titular. De nuevo, nada.

Tres. Con este golpe, 'in extremis', queda ir a Fiscalía y al juzgado de guardia. Piden que el menor fuera escuchado y protegido. El ministerio de Juventud e Infancia presiona. Y al fin escuchan a Daniel. ¿Resultado? Medida cautelar de protección, porque la instructora dice que el testimonio es “serio y convincente”. 

Cuatro. Daniel se queda de forma temporal. Recuerden, la medida era de un juzgado de guardia porque la magistrada de Violencia sobre la Mujer estaba de vacaciones. Le tocaba hablar. Pues la magistrada ha evitado pronunciarse sobre si debe volver el menor o no a Italia. Y devuelve el caso al juzgado de instrucción, porque dice que no es violencia de género. Que lo del menor quizás es un posible delito de violencia doméstica. 

Total, llevamos años hablando de violencia vicaria, de diferenciar violencia de género de violencia doméstica… pero, por lo que sea, hay motivo. Por cierto, esta jueza fue la misma que archivó la primera denuncia que Juana puso nada más llegar a España en verano de 2016 y que la archivó. Eso, a pesar de que, como apuntaba la defensa de Juana, se incumplía el artículo 17 del Estatuto de la Víctima, por el que se tenía que haber traducido la denuncia y remitido a Italia. Tardó en ello un año.

Recordemos que en Italia se abre un nuevo pleito penal contra el padre bajo la acusación de malos tratos a los hijos. El mismo padre condenado por violencia de género hace años. El mismo denunciado por el hijo mayor de Juana, que relata haber vivido un infierno desde los 11 hasta los 16 años, que define a su padre como “maltratador” y que advierte del riesgo de muerte para su hermano menor.

En conclusión, ocho años después volvemos al punto de partida. A la misma jueza que aquella vez archivó y que ahora dice que el asunto no es de su juzgado. La misma jueza que ahora deja todo en espera, mientras un menor está angustiado y atemorizado de pensar solo en tener que volver a Italia con la persona de la que declara tener miedo.¿Qué pasa con el caso Juana Rivas? Pónganle el nombre. Lo que está claro es que una vez más es un caso de poner la lupa sobre las instituciones. Y que frente al sufrimiento de Juana y sus hijos, estas decisiones hacen que la machirulandia nacional esté hoy aplaudiendo.

Suscríbete para seguir leyendo