Opinión | En clave europea

Eliseo Oliveras

La UE afronta el año de todos los retos

Tusk afirma que Europa está unida en su apoyo a Ucrania "con pequeñas excepciones"

Tusk afirma que Europa está unida en su apoyo a Ucrania "con pequeñas excepciones"

La Unión Europea (UE) afronta retos existenciales en un clima de inestabilidad política encabezada por el eje franco-alemán. La UE debe adoptar en 2025 un plan efectivo para revertir su declive económico, industrial y tecnológico, decidir cómo financiará el salto cualitativo en defensa y atender el malestar social que alimenta el voto ultra. Mientras crece la fatiga ciudadana por la guerra de Ucrania, aumentan las tensiones exteriores: Turquía maniobra para atribuirse el control de zonas marítimas de la UE y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere penalizar las exportaciones europeas y comprar Groenlandia.

La capacidad de decisión de la UE está mermada por la crisis política interna en Alemania y Francia, la inestabilidad persistente en Bélgica, Austria, Bulgaria y Rumania y el resultado incierto de las elecciones legislativas y presidenciales en Croacia, Dinamarca, Polonia, República Checa y Rumanía de 2025.

Tras las elecciones alemanas del 23 de febrero de 2025, la negociación para formar Gobierno será larga, lo que prolongará la parálisis decisoria europea. Los democristianos (CDU) lograrían el 31%, con la ultra Alternativa para Alemania en segundo lugar (19,5%) y después los socialdemócratas (16%), los Verdes (12,5%), la izquierda de Alianza Sahra Wagenknecht (8%) y los liberales (5%), según el sondeo de INSA.

Incertidumbre en Francia

Francia acaba de estrenar el cuarto primer ministro en un año, el conservador François Bayrou, sin mayoría parlamentaria y que ya se ha plegado ante la ultraderecha al aceptar el veto de Marine Le Pen a su candidato inicial para ministro de Justicia, Xavier Bertrand. La negativa del presidente francés, Emmanuel Macron, a asumir la derrota de su coalición en las elecciones legislativas de julio y su veto a que la izquierda ganadora de esos comicios puede liderar el Gobierno aboca al país a la incertidumbre y a nuevas mociones de censura.

Bélgica, por su parte, lleva seis meses sin lograr formar un Gobierno tras las elecciones de junio. En Austria, después de la victoria del ultra Partido de la Libertad (FPO) en septiembre, el resto de partidos tampoco ha logrado aún consensuar una coalición gubernamental. En Bulgaria, que celebró en octubre sus séptimas elecciones legislativas en tres años, las negociaciones para formar gobierno también avanzan con lentitud.

En Rumania, la anulación de la primera vuelta de las elecciones presidenciales por el Tribunal Constitucional ha acentuado la desconfianza ciudadana hacia los partidos tradicionales en un país donde las fuerzas ultras sumaron el 32% de los votos en las legislativas del 1 de diciembre.

Obstáculos a las medidas

La Comisión Europea debe presentar durante el primer semestre de 2025 propuestas para revitalizar la economía de la EU, reforzar su industria, abaratar el coste de la electricidad, corregir el retraso tecnológico respecto a Estados Unidos y China y aumentar la capacidad de defensa europea. Pero el bloqueo del eje franco-alemán, la política europea de ajustes presupuestario, las divergencias entre los Veintisiete y la fragilidad interna de numerosos países obstaculiza la adopción de medidas efectivas para lograr la inversión adicional de 800.000 millones de euros anuales que el informe del expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, estima indispensable para evitar el declive definitivo de la UE.

Pese a las declaraciones oficiales de los líderes de la UE de que apoyarán financiera y militarmente a Ucrania todo el tiempo que haga falta, la realidad es que los ciudadanos de los principales países de la UE (Alemania, Francia, Italia y España) quieren mayoritariamente un acuerdo de paz cuanto antes, aunque sea a costa de que Ucrania tenga que ceder territorio a Rusia, según el sondeo del centro británico YouGov. Sólo una minoría de europeos apoya aumentar la ayuda militar a Kiev, mientras que en Alemania e Italia, la posición mayoritaria es reducir esa ayuda militar, detalla YouGov.

Con la guerra de Ucrania dañando la economía y los costes energéticos de la UE, la pretensión de Trump de imponer aranceles adicionales del 10%-20% a las exportaciones europeas, supondrá otro golpe a la industria europea, señala el centro Bruegel. Los aranceles podrían reducir en un 0,23% el producto interior bruto (PIB) de Alemania, ya en recesión por dos años consecutivos, indica otro estudio de la London School of Economics. La pretensión de Trump de que Estados Unidos compre Groenlandia pueden complicar todavía más las relaciones de la UE con Washington.

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