Opinión | En clave europea

Eliseo Oliveras

Cumbre europea mirando a Trump

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una reunión mantenida con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, este martes en Bruselas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una reunión mantenida con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, este martes en Bruselas. / NICOLAS TUCAT / AP

Los líderes de los Veintisiete han celebrado esta semana la última cumbre del año pendientes de las decisiones que pueda adoptar Donald Trump a partir del próximo 20 de enero cuando asuma de nuevo la presidencia de Estados Unidos. El Consejo Europeo concluido el 19 de diciembre en Bruselas se centró fundamentalmente en reafirmar "todo" su apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa "durante el tiempo que sea necesario" y en una discusión abierta sin conclusiones sobre las prioridades de la UE en el mundo multipolar actual. El estancamiento económico y el creciente rezagamiento europeo respecto a Estados Unidos y China se dejó para la cumbre de marzo.

El temor a la suspensión de la ayuda financiera y militar norteamericana a Ucrania cuando Trump asuma la presidencia y la posibilidad de que Trump quiera imponer un acuerdo de paz forzado a Kiev planeó sobre a la reunión y sobre la minicumbre informal de la OTAN organizada la víspera por su secretario general, Mark Rutte, con un grupo reducido de países. Trump ha repetido en varias ocasiones que pretende poner fin a la guerra en Ucrania "en 24 horas" y ha criticado que se haya autorizado a Kiev usar los misiles norteamericanos para bombardear en el interior de Rusia. Pero se desconocen los detalles del plan de paz de Trump, aunque por comentarios de sus asesores se supone que incluiría la exclusión del ingreso de Ucrania en la OTAN y la renuncia de Kiev a los territorios ocupados por Rusia.

La UE "se mantiene unida en su apoyo a Ucrania para que gane una paz global, justa y duradera", subrayó el nuevo presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, al concluir la cumbre. "La UE está dispuesta a hacer lo que haga falta, durante el tiempo que sea, para colocar a Ucrania en una posición de fuerza para lo que venga después", destacó Costa, refiriéndose a las negociaciones de paz que ya están en la mente de todos. Pero las promesas de la UE no convencieron al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien calificó de insuficientes sin Estados Unidos y la OTAN.

Fisuras

Detrás del discurso oficial de la UE persisten fisuras. El canciller alemán, Olaf Scholz, defiende un enfoque prudente en el suministro militar a Kiev para evitar una escalada militar entre la OTAN y Rusia. El líder de los democristianos alemanes y favorito en las elecciones de febrero, Friedrich Merz, también está suavizando su postura sobre Ucrania ante el rechazo del electorado al riesgo de que Alemania sea arrastrada a una guerra con Rusia.

La propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron (que no participó en la cumbre), de enviar tropas europeas a Ucrania tras un acuerdo de paz, promovida también desde la OTAN por Rutte, tropieza con el rechazo general de los países europeos, incluidos Polonia y España. El primer ministro polaco y firme aliado de Ucrania, Donald Tusk, ya advirtió también esta semana a Kiev que su capacidad de ayuda tiene un límite. Para Tusk es prioritario que su partido venza en las elecciones presidenciales de mayo y la gran mayoría de polacos se opone a enviar tropas de Ucrania, al igual que el resto de ciudadanos de los otros países de la UE, como reveló el sondeo del proatlantista Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

Los Veintisiete también abordaron en la cumbre la situación en Oriente Próximo y en las conclusiones sorprende la ausencia de cualquier referencia a las decenas de miles de muertos civiles palestinos, la gran mayoría niños y mujeres, a causa de los bombardeos masivos del ejército israelí en Gaza, ni siquiera expresando preocupación.

Abandono de los kurdos en Siria

Las conclusiones de la cumbre también reflejan el abandono de la UE a sus aliados kurdos en Siria de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), que fueron indispensables para Occidente para derrotar militarmente a las fuerzas de Estado Islámico (ISIS) durante la guerra de 2014-2019.

La UE guarda un silencio total en las conclusiones de la cumbre sobre la ofensiva militar y de limpieza étnica emprendida contra la población kurda en el norte de Siria desde la caída de Bachar Al Assad por los antiguos yihadistas de ISIS y Al Qaeda encuadrados ahora dentro del autodenominado Ejército Nacional Sirio, financiado y armado por Turquía.

Esta operación militar antikurda impulsada por Ankara favorecerá la revitalización de las agrupaciones de ISIS en e interior de Siria. Pero la UE parece más interesada en no molestar a Turquía para que siga actuando como gendarme europeo contra la inmigración.

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