Opinión | En clave europea
Los ultras refuerzan su poder en la UE
Quién es quién en la Comisión Europea

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, este viernes en la cumbre informal de Budapest. / VIVIEN CHER BENKO/ EFE
El pacto parlamentario 'in extremis' esta semana sobre la composición de la nueva Comisión Europea, que volverá a presidir Ursula von der Leyen, ejemplifica el poder de la ultraderecha en las instituciones de la Unión Europea (UE). La ultraderecha no solo ocupará una de las seis vicepresidencias ejecutivas de la Comisión Europea, sino que en el Parlamento Europeo los tres grupos de extrema derecha y los eurodiputados ultras no inscritos orientan las decisiones y la legislación gracias a las alianzas que con ellos teje el Partido Popular Europeo (PPE) bajo el liderazgo de Manfred Weber.
Los 188 miembros del grupo popular más los 189 miembros de los tres grupos de extrema derecha y los 8 eurodiputados ultras no inscritos suman una mayoría absoluta de 385 votos en un hemiciclo de 720 escaños. En el Consejo de la UE, la ultraderecha también tiene más peso a través de los gobiernos que controla directamente (Italia, Hungría, Países Bajos) y en los que condiciona su política (Finlandia, Suecia, Eslovaquia). Incluso la supervivencia del Gobierno francés del conservador Michel Barnier depende de que el ultra Agrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen no apoye una moción de censura.
La posfascista primera ministra italiana, Girogia Meloni, ha obtenido para su candidato, Raffaele Fitto, una de las vicepresidencias ejecutivas de la Comisión Europea con responsabilidad sobre las Políticas de Cohesión y Reformas y un presupuesto anual de decenas de miles de millones de euros. Meloni ha logrado esa vicepresidencia ejecutiva pese a que su partido, Hermanos de Italia, votó contra de la reelección de Von der Leyen en el Parlamento Europeo el pasado 18 de julio y pese al compromiso informal de Von der Leyen antes de su reelección con socialistas, liberales y verdes de impedir puestos destacados para la ultraderecha. Meloni, principal líder del cuarto grupo de la Eurocámara, el ultra Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), ni siquiera apoyó el nombramiento de Von der Leyen en el Consejo Europeo.
El candidato de Orbán
Oliver Varhelyi, el candidato del autoritario primer ministro húngaro, Viktor Orbán, repetirá como comisario, a pesar de su poco modélica gestión precedente y de que suspendió su primer examen parlamentario. Varhelyi asumirá una cartera de menor prestigio, Sanidad y Salud Animal (aligerada de la gestión de epidemias y derechos reproductivos), en lugar de la actual de Ampliación y Vecindad con la que Von der Leyen premió a Orban en 2019, porque sus votos fueron decisivos en su nombramiento por primera vez como presidenta de la Comisión Europea.
Orbán es uno de los líderes del tercer grupo más grande de la Eurocámara, el ultra Partriotas por Europa, junto a Marine Le Pen (RN) y Santiago Abascal (Vox). Hungría tiene abierto desde 2018 un expediente por violación grave y persistente de los principios democráticos a instancias del Parlamento Europeo, pero languidece en el Consejo de la UE por la falta de voluntad del resto de los Veintisiete para adoptar las sanciones políticas previstas en el artículo 7 del Tratado de la UE.
Los grupos socialista, liberal y verde del Parlamento Europeo se rebelaron ante la concesión a Italia de una vicepresidencia ejecutiva en la Comisión Europea y la repetición del comisario húngaro tan próximo a Orban. Los populares europeos contraatacaron con la amenaza de vetar a la socialista Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva (Transición Verde y Competencia).
Los Verdes, los grandes perdedores
El pacto del 20 de noviembre mantiene a todos los candidatos, pero dejó resquemores en todos los grupos, en especial los verdes, que son los grandes perdedores. Sin los votos de los verdes, Von der Leyen no habría salido elegida en julio, pero ahora han quedado relegados e incluso fueron excluidos de la negociación final entre populares, socialistas y liberales. El voto sobre la nueva Comisión Europea en el Parlamento Europeo el 27 de noviembre revelará la amplitud del malestar causado por el pacto dentro de los grupos.
Socialistas y liberales, para salvar la cara al aceptar un vicepresidente ejecutivo de la ultraderecha, forzaron la firma de una declaración con los populares sobre una cooperación constructiva durante la legislatura. Pero el documento Plataforma de Cooperación solo enumera una agenda política genérica y deja manos libres a los populares para continuar con sus alianzas con la ultraderecha dentro y fuera del Parlamento Europeo. El 14 de noviembre, populares y ultras ya votaron juntos para diluir la ley europea contra la deforestación.
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