Elecciones 23J Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Hay sanchismo para largo
Difícilmente Pedro Sánchez tendrá investidura. Pero, ocurra lo que ocurra, va a seguir al frente del Gobierno mientras quien está en la cuerda floja es Feijóo

Pedro Sánchez, en el balcón de Ferraz.
Pedro Sánchez ha levantado un 'match ball' cuando incluso su antaño gurú de cabecera lo daba por muerto. Públicamente este adjudicó 165 diputados a Feijóo en la recta final de campaña. ¡Que Santa Lucía le conserve la vista!
Los gurús demoscópicos no dieron pie con bola. Con GAD3 haciendo el ridículo en la COPE, subastando con inquina la piel del oso sin haberlo cazado.
Solo la Moncloa transmitió convicción en la última semana de campaña. Y Pedro Sánchez, en persona, contaba a periodistas cercanos que iba a ganar, ante la incredulidad de estos que pensaron que a Sánchez se le había ido la pinza. No ganó. Pero levantó el partido como si fuera Alcaraz con tres sets en contra en la hierba de Wimbledon ante Djokovic.
Difícilmente Pedro Sánchez tendrá investidura. Aunque otras envainadas hemos visto. Pero, ocurra lo que ocurra, va a seguir al frente del Gobierno mientras quien está en la cuerda floja es Feijóo, al que el ayusismo ya le canta las absueltas.
Para lograr la investidura necesita Sánchez esta vez, también, a Puigdemont, que un día apuesta por Trias y al otro se erige en el portavoz de una suerte de CUP a la derecha. Puigdemont reiteró en campaña que tanto daba PSOE como PP. Con el añadido que su apuesta estratégica ha sido la del cuanto peor, mejor. Aunque claro está que quien habla es un hombre herido en su orgullo, por sentirse ninguneado por ERC y el PSOE. También porque su 'modus operandi' es el ordeno y mando, al que necesita que jaleen las bases. La capital de Catalunya es Waterloo, escribió su periodista de cabecera. Dicho de otro modo, Puigdemont es el soberano. Y la corte está donde está el soberano. Y el soberano hace lo que le place porque habla directamente con Dios.
Para apoyar la investidura, la portavoz del soberano en Madrid ha subido torpemente el precio. Amnistía y autodeterminación, señalando que es una propuesta de mínimos. Claro que igual se hizo un lío cuando lo verbalizó. De ser verdad, es obvio que vamos de cabeza a una repetición electoral. Tal vez en enero. ¿Pero ese es un escenario que acongoje a Sánchez? Para nada. Incluso lo podría vender como un activo. En Catalunya, porque podrá insistir en el papus tan resultón del ‘que viene la derecha y con Vox’ y subrayar irresponsabilidad del independentismo. Y en España, porque asegurar que renunció a una investidura por defender la unidad de España no sólo no resta, es que le blinda ante cierto discurso de la derecha de su mismo partido (a los que también ha derrotado) y al conjunto de la derechona, que le ha adjudicado el agravio de ser un vendepatrias. Pedro Sánchez está hoy en un 'win win'. Si además se lo ponen fácil se puede ir a enero a por -ahora sí- una victoria en votos y escaños.
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