Menudo interés el de la banca

No es de extrañar que muchos inversores particulares se vuelquen en la deuda pública. Esta misma semana, la subasta de letras del Tesoro a 12 meses ha rozado ya el 3,5% de rentabilidad. Los títulos públicos a corto plazo arrojan una retribución atractiva y, en principio sin riesgo, a no ser que se desboque más la inflación. Y muy por encima de las cuentas y depósitos de los bancos.

Lo admiten desde el Banco Central Europeo (BCE) al Banco de España: la banca arrastra los pies demasiado en la retribución de los depósitos. Los últimos datos, correspondientes a abril, revelan que las entidades financieras españolas son las sextas por la cola, con un interés medio del 1,41% en los contratos nuevos, apenas una décima más que en marzo. Solo los griegos, croatas, portugueses, eslovenos y chipriotas ofrecieron un tipo inferior, según los datos del Banco Central Europeo (BCE). En el extremo opuesto aparecen Italia (3,08%), Francia (2,95%), Lituania (2,68%), Estonia (2,66%) o Bélgica (2,65%).

Es verdad que los bancos cuentan con mucha liquidez, lo que les desmotiva a captar pasivo. Solo las entidades medianas y pequeñas se están lanzando a pescar en ese mar. Pero deberían empezar a remunerar los depósitos en línea con lo que está sucediendo con las hipotecas a interés variable, cuyo principal índice, el euríbor a 12 meses, cerró mayo en una media del 3,862%, al que hay sumar el diferencial que le añada cada entidad. En lo que va de junio, esta referencia sigue enfilada hacia el 4%.

También es cierto que, en materia de nuevas hipotecas, la banca española presenta comparativamente un tipo medio más bajo, con un 3,48%, incluso por debajo del de marzo (3,55% de marzo). Pero la diferencia entre estos tipos y los depósitos, que mide la rentabilidad que las entidades obtienen de sus clientes, sigue en máximos históricos. Seguro que una menor competencia en el mercado tiene algo que ver. Ya es hora de que los supervisores den algún toque de atención y que el "menudo" interés de los depósitos enfatice su retribución, no que sirva para describir lo escasos que son.

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