Autos de choque
Las ficciones que nos atrapan (y 'Succession' es una de esas) no se fían de los fuegos artificiales, sino de una lenta sucesión de detalles que configuran una evolución
Josep Maria Fonalleras
Escritor
'Succession', la serie de HBO, ha llegado al final después de cuatro temporadas. No voy a decir cómo acaba, por supuesto, porque no toca y porque, además, es una información prácticamente superflua. Da igual quién se haya hecho con el poder más absoluto y quién haya conseguido que ese negocio sea el del siglo o se convierta en un fracaso rutilante. Las ficciones que nos atrapan (y 'Succession' es una de esas) no se fían de los fuegos artificiales, sino de una lenta sucesión de detalles que configuran una evolución. Más allá de la trama que, como indica el título, se basa en la transmisión de bienes y poder, en las luchas de los descendientes por convertirse en herederos, el otro significado de “sucesión” tiene que ver con lo que escribía John Berger: “La comprensión de las cosas se basa en saber su funcionamiento, y su funcionamiento es temporal y debe ser explicado temporalmente; solo lo que se narra nos permite comprender”.
Monólogos memorables
Casi todas las críticas y comentarios sobre la serie acaban utilizando el adjetivo “shakespeariana”. Ya se ha convertido en un tópico y, como tópico, es en parte verdadero. Un padre que ya es viejo, pero que aún conserva el espíritu carnívoro que lo elevó hasta las cimas de la riqueza extrema, y unos hijos, rodeados de buitres, de títeres y saltimbanquis, de idiotas y de perros rabiosos, que se afanan por adquirir el estatus, la ascendencia y dinero del progenitor. Podría ser un rey Lear, por supuesto, y el cuidado por los detalles, la sofisticación de las acciones que suelen concentrarse en una unidad de tiempo y de espacio, los juegos alambicados de los diálogos, la casi indiferencia con que se pinchan y se destripan, son muy probablemente factores que nos acercan a las tragedias de Shakespeare, las de los monarcas ingleses o las romanas. 'Succession', además, tiene monólogos memorables, como el de Ewan Roy en el funeral de su hermano. O como el de Kendall, hijo del difunto Logan Roy, en las mismas exequias. Almas humanas que se enfrentan en una atracción de feria, autos de choque que giran en un escenario amoral.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una intensa granizada impacta en Barcelona y el litoral catalán
- El SMS que Hacienda está enviando a todos los que han hecho esto en su declaración de la renta
- Sumergir los pies en vinagre, la nueva tendencia que arrasa: estos son sus beneficios
- Catalunya rechaza el reparto de menores no acompañados llegados a Canarias que propone el Gobierno
- Encuesta elecciones Catalunya: El PSC se afianza en cabeza y Junts toma la delantera en su pulso con ERC
- Saltan las alarmas por el estado de salud de uno de los Mozos de Arousa
- Una familia recupera la titularidad de un piso de Girona tras varios intentos de desahucio
- Un luchador iraní es golpeado por el público y suspendido de por vida tras pegar una patada a una chica en el ring