Escenario poselectoral

Sánchez, al negro o al rojo

Convocar elecciones al día siguiente de conocer los resultados puede acabar en una pirueta salvadora o en un desastre total

Pedro Sánchez en rueda de prensa en Moncloa

Pedro Sánchez en rueda de prensa en Moncloa / EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

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Es un valiente. Nadie puede decir lo contrario. Pero también un aventurero. La decisión de convocar elecciones al día siguiente de conocer los resultados de las municipales y algunas autonómicas, muy en línea de un estilo Pedro Sánchez candidato, puede acabar en una pirueta salvadora o en un desastre total. Claro que una cuestión es concluyente: el PSOE evita de esta forma entrar en época preelectoral aguantando la trifulca continua con los socios de Gobierno, que le ha dado un resultado cero, y el ritmo machacón de erosión declarativa que ya tenía previsto el PP de Feijóo.

La derivada de este efecto sorpresa influirá en los distintos pactos que puedan producirse de cara a la constitución de ayuntamientos, previstos para el próximo 17 de junio, así como en las autonomías donde hubo elecciones. De entrada, por ejemplo, el posible pacto con Xavier Trias o con Ada Colau de Jaume Collboni, tendrá que pasar por un nuevo filtro que, aunque ya existiera con anterioridad, estaba situado hacia finales de año, cuando estaban previstas las generales.

Lo cierto es que el presidente Sánchez logra que se deje de hablar de esa erosión electoral profunda, para pasar a visualizar las posibilidades que tiene, o no, de renovar la confianza de los ciudadanos.

La incógnita

El problema, y no menor para sus aspiraciones, es que el escenario tenga el decorado de un fracaso. De eso se encargarán los populares. Como ya señaló Feijóo, "las elecciones eran una moción de censura para el Gobierno Sánchez". Y ha seguido en esa línea: "La derogación del 'sanchismo' tiene fecha". Se entiende que los pros y los contras ya estarán analizados y que a la maquinaria de Ferraz le salen mejor los números si se cauteriza de entrada una relato que podría ser perdedor con la muleta de Podemos a cuestas.

La incógnita es saber cuánto voto 'antisánchez' ha emergido en estas elecciones y si esta opción no es tal porque está escondida entre las propuestas locales o regionales.

En Catalunya la moda socialista, al contrario del resto de España, se consolida. Para el PSOE es fundamental esta radiografía. Una ola a favor como la que hacía tiempo no se veía. Hasta se escuchó en la sede de los socialistas un cántico antiguo que hacía tiempo nadie entonaba: "Visca, visca, visca, Catalunya socialista". Habría que retroceder al siglo pasado para observar una consolidación del voto del PSC en unas municipales tan claro. Pero Sánchez, sólo con Catalunya, se queda a medias.    

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