Comicios municipales y autonómicos

El PP de Feijóo gana las elecciones

El PSOE tiene una severa derrota, el papel de Vox será más importante y la victoria de Trias en Barcelona será una resurrección del tándem Puigdemont-CDC

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante un acto de cierre de campaña electoral del PP, en el Casino Primitivo, a 26 de mayo de 2023, en Albacete, Castilla-La Mancha (España). El acto se celebra durante el último día de campaña de las pró

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante un acto de cierre de campaña electoral del PP, en el Casino Primitivo, a 26 de mayo de 2023, en Albacete, Castilla-La Mancha (España). El acto se celebra durante el último día de campaña de las pró / Víctor Fernández - Europa Press

Joan Tapia

Joan Tapia

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El PP ha ganado las elecciones municipales con claridad en el cómputo global. En el 2019, el PSOE ganó las elecciones con una diferencia de siete puntos sobre el PP (29,3% frente al 22,2% del PP). Ahora el PP gana, pero con el escrutinio escrutado (97%) la diferencia es más pequeña (31,5% a 28,2%)

La explicación, aparte del posible mayor atractivo de los candidatos locales del PP, debe atribuirse a la práctica desaparición del voto de C´s que hace cuatro años tuvo un 8,3%, pero también al desgaste del Gobierno socialista, agravado seguramente por el jaleo a la izquierda del PSOE y por la rebelión verbal -no fáctica- de Podemos, que ha degradado la imagen de Pedro Sánchez. Un presidente del Gobierno que es criticado diariamente por una parte de su equipo ministerial difícilmente no podía perder capacidad de liderazgo. 

Pero de las elecciones surge también un aumento de los votos de Vox. Y para gobernar algunas comunidades autónomas y ayuntamientos el PP necesitará algunos pactos con Vox. Cómo se articulen estos pactos y se proyecten sobre el futuro, puede tener importancia. De la misma manera que a la imagen del PSOE le ha perjudicado estar condicionado por los discursos de Ione Belarra e Irene Montero, al PP le puede restar atractivo en el electorado moderado los pactos de gobierno con la extrema derecha.

Pero la clave es que Feijóo le ha torcido el brazo a Sánchez. Máxime cuando su victoria global en España se ve reforzada por el éxito de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, que ha logrado la mayoría absoluta haciendo bajar los votos de todos los otros partidos (incluido Vox) con la excepción del PSOE -una de sus pocas satisfacciones- que ha superado a Más Madrid, el grupo de Errejón, ligado a Yolanda Díaz, como segundo partido de la Comunidad.

La victoria de Feijóo será todavía más relevante si, como decía la encuesta de GAD3 y los resultados provisionales parecen confirmar, el PP se hace también -aparte de ser el partido más votado- con el dominio político en comunidades tan emblemáticas del PSOE como Valencia, con la derrota de Ximo Puig, Aragón, Baleares y Extremadura. También la pérdida del ayuntamiento de Sevilla. Y es un dato de futuro, que el PP haya ganado en todas las capitales andaluzas. 

Resurrección de CDC

En Catalunya la victoria por los pelos de Xavier Trias es una cierta resurrección de la CDC de siempre, pero también de Puigdemont, que ha estado detrás de la inteligente operación. Pero el PSC es al gran ganador, que puede hacerse con las alcaldías de Lleida y Tarragona y Sílvia Paneque tiene una gran subida en Girona. Los resultados modestos de ERC son un dato importante. Tendrá que rebajar su soberbia, porque romper con Junts y tener un pacto, que no implica ningún proyecto de futuro, con el PSC no le ha beneficiado. 

Por otra parte, es el fin de la era Colau, superada por Trias y Collboni. La Barcelona del no al aeropuerto y del dogmatismo ecologista ha sido derrotada. La derecha no catalanista, que estaba muy baja, sube con fuerza como muestra la mayoría absoluta de Albiol en Badalona. También que Dani Sirera haya doblado concejales en Barcelona (de 2 a 4) y que Vox haya entrado con cierta fuerza en importantes ciudades catalanas, incluida la mítica Girona. Un dato a estudiar es que la participación electoral ha subido en España pero ha descendido en Catalunya. ¿Hay ahora menos tensión política en Catalunya?

Salvador Illa se ve confirmado como uno de los posibles faros del socialismo peninsular en un momento en que el liderazgo de Pedro Sánchez empezará a ser cuestionado. Máxime cuando los malos resultados de Sumar y Podemos cuestionan mucho la alianza con la extrema izquierda. El 'Gobierno Frankenstein' pudo ser necesario en un momento, pero no convertirse en la única política de alianzas posible.

Por otra parte, en Euskadi, Bildu parece tener una subida relevante. Pasar de ser un partido solo radical a un grupo que influye en la gobernación de España le ha beneficiado. El PP tiene que preguntarse si con sus ataques le ha hecho publicidad gratuita. Bildu, con independencia del pasado de solo una parte de la coalición, es un partido que cuenta. Y el PNV -siempre importante para la gobernación de España- tendrá que tomar nota.