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Comedores escolares sin macrococinas

Niños en comedores escolares

Niños en comedores escolares / JUNTA DE EXTREMADURA

Gemma Martínez

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Somos lo que comemos, como tan bien dice la periodista y emprendedora Núria Coll.  Nosotros y nuestra tribu, la comunidad a la que pertenecemos, incluidos los integrantes más pequeños, los niños. Por ello es de vital importancia que el comedor escolar sea lo más saludable posible, sobre todo porque el 54% de los alumnos de educación primaria de Catalunya se alimenta en la escuela.

Cuatro grandes empresas controlan el 70% de los comedores en España. Tres de ellas son grandes multinacionales internacionales -Serunion (del grupo francés Elior), Scolarest (de la británica Compass) y la estadounidense Aramark- y una, Ausolan, pertenece al grupo cooperativo vasco Mondragón. Por detrás de estos operadores principales destacan también Mediterránea, la francesa Sodexo, Clece (de Florentino Pérez) e ISS (Goldman Sachs). La comida puede elaborarse a través de un catering -la opción más habitual por parte de las empresas más grandes- o usando cocina propia en el centro, la posibilidad más valorada por las familias.

El dominio de estas grandes compañías en el conjunto del Estado contrasta con el caso catalán, donde tienen más peso pymes, cooperativas, empresas del tercer sector y familias, casi siempre a través de fórmulas de gestión indirecta. La presencia de las grandes empresas y sus macrococinas es mucho menor, como ha explicado Helena López.

 Aun así, las familias, que son quienes pagan el servicio (6,91 euros por alumno y día en los casos en los que se quedan todos los días, y un 10%, más, hasta los 7,60 euros para los que hagan uso del servicio de forma esporádica), reclaman a Educació tener preferencia en la gestión de los comedores. El Govern lo ve con buenos ojos. Parece lógico que así sea y que las familias puedan velar por la alimentación de sus hijos, que inevitablemente será de mayor calidad lejos de las macrococinas y con una gestión de proximidad.

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