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Lo que se juegan Sánchez y Feijóo el 28M

El cara a cara entre Sánchez y Feijóo en el Senado, en imágenes

El cara a cara entre Sánchez y Feijóo en el Senado, en imágenes / José Luis Roca

Albert Sáez

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No hay que ser politólogo para saber que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se juegan una parte de su futuro personal y político el próximo domingo en las elecciones municipales. Los comicios locales son los que más convulsión crean en la vida interna de los partidos porque la mayor parte de cargos electos y de liberados contratados dependen de estos resultados, aunque no sean ni los más conocidos ni los mejor pagados. Pero esa nube de gente anónima que vota en los congresos y en las primarias internas tiene un sueldo que depende de lo que pase el 28M en ayuntamientos y diputaciones. Si los resultados no responden a las expectativas o representan una debacle, el ruido interno se puede llevar por delante a uno u otro líder. Sánchez es el secretario general y presidente del Gobierno con un poder más plenipotenciario en el PSOE desde Felipe González. Incluso superior porque lo ostenta sin haber conseguido una mayoría absoluta en el Congreso y sin tener un antagonista como Alfonso Guerra. Nadie se atreve a cuestionar a Sánchez porque no tiene alternativa y porque ha demostrado que no le tiembla el pulso para aniquilar a sus més estrechos colaboradores. Si el domingo el PSOE pierde la alcaldia de Sevilla, la Comunitat Valenciana y no recupera Barcelona, los cuchillos pueden saltar en Ferraz. Su control del partido es inversamente proporcional a las ganas que le tienen algunos, los que se llaman el PSOE auténtico, si tiene el menor atisbo de debilidad. València, y Madrid, son los talones de Aquiles de Feijóo. Si no recupera esa comunidad y Ayuso se hace con la mayoría absoluta en la capital, el actual líder del PP será ampliamente cuestionado, por la prensa pero también por un partido que habría cerrado en falso por dos veces la sucesión de Mariano Rajoy.

Los electores votan en clave local pero la suma final tendrá una lectura a nivel de toda España. Los números globales serán poco concluyentes por lo que esas plazas simbólicas adquieren mayor importancia como también la tienen los pactos posteriores que determinarán el reparto final de los sueldos. Y los barones que más cargos retengan, más fuerza interna tendrán.

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