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Collboni: leve ventaja

Lo más previsible es que el futuro alcalde de Barcelona sea el candidato que llegue primero el próximo domingo

El candidato del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, con el líder del partido, Salvador Illa, en un acto en el Raval

El candidato del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, con el líder del partido, Salvador Illa, en un acto en el Raval / PSC

Joan Tapia

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El editorial de este diario del lunes hablaba de “leve ventaja” de Jaume Collboni. Es así porque la encuesta de GESOP dice que todo está en un puño. El candidato socialista tiene un 21,9% de estimación de voto, seguido del de JxCat Xavier Trias (21,3%) y Ada Colau (20%). 

Cualquiera de los tres podría ser el primero. Y el panorama es más complejo porque en intención directa de voto Colau va en cabeza y la encuesta del CIS (con muchas entrevistas) dejaba a Trias rezagado en tercer lugar.

Algunos, en base a 2019 -cuando Maragall llegó primero, pero Colau fue alcaldesa- se fijan en los pactos poselectorales para lograr la mayoría absoluta de 21 concejales. Pero vistas las concejalías que brindan las encuestas parece muy complicado que una alianza contra el ganador reúna a 21 regidores. Por eso ahora lo más probable es que quien llegue primero sea el próximo alcalde. Como fija la ley si nadie reúne esa mayoría absoluta. 

Pactos

Si Collboni es el ganador es casi imposible un pacto contrario de 21 concejales porque sería necesaria una entente contranatura Colau-Trias apoyada por alguien más. ¿ERC? Pasaría casi igual si Colau ganara porque un pacto PSC-Junts-PP suena imposible. ¿El PP de Feijóo votando al candidato de Sánchez? Y tampoco sería fácil, aunque no imposible, una alianza de toda la izquierda, con ERC dentro, contra Trias.

Trias, político amable, ha resucitado, siendo y no siendo -no estuvo el domingo en Manresa en el mitin central de JxCat-, al partido de Puigdemont, dividido pero resiliente. Collboni ha trabajado su candidatura, el PSC de Illa tiene viento a favor y la gestión de Colau no es aprobada por la mayoría que cree que Barcelona ha empeorado los últimos años. Pero Colau es combativa y sintoniza con los más militantes contra las desigualdades y el cambio climático. No está muerta.

Lo previsible es que quien quede primero el domingo sea el nuevo alcalde. Luego será esencial que logre un amplio pacto de ciudad. Barcelona no debe seguir tan dividida. Le resta fuerza. 

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