La democracia en América

Archivo - Donald Trump y sus abogados.

Archivo - Donald Trump y sus abogados. / Europa Press/Contacto/Steven Hirsch - Pool via CNP

Rafael Vilasanjuan

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La campaña hacia la Casa Blanca ha empezado y se nos puede hacer eterna porque queda más de un año. En el horizonte hay muchas cuestiones abiertas, empezando por saber si Joe Biden tendrá fuerza suficiente a sus 82 años para convencer a una mayoría, de que, con él, el país es mucho más estable, abierto y plural que durante el agitado mandato de Trump. Riesgo y esperanza, pero eso lo veremos más tarde, ahora la otra gran pregunta no resuelta es si el partido republicano se mantiene atado a las estridencias de Donald Trump o por el contrario la brecha que abrió el asalto al congreso puede por fin pasarle factura en el partido. 

Con las filas en el lado demócrata resueltas, en el bando republicano, el ciclón Trump ya manda en campaña. A pesar de haber sido el único expresidente americano procesado y condenado, por falsificar documentos en el pago a dos mujeres a cambio de silencio y de ser el responsable político del asalto al capitolio, las voces contra él, en el partido, se cuentan escasas. De momento los procesamientos han servido para agrandar la arrogancia de Trump y arrinconar las pocas voces críticas como Liz Cheney o Mit Romney, que votaron desde su mismo partido a favor procesarle.Sin embargo, los candidatos ultraconservadores que Trump apoyaba en las elecciones a medio mandato tampoco obtuvieron buenos resultados ¿Será suficiente para pasar página?

De momento los candidatos que más daño pueden hacer no han hecho público que se lanzan a la carrera. Se espera que Mike Pence, el que fue su vicepresidente y Ron de Santis, gobernador de Florida, lo hagan estos próximos días. El problema es que en esta campaña los republicanos deberían estar pensando no tanto en cómo superar a Trump, su verdadero escollo, sino en cómo ganar a Biden. Porque si al final los que llegan, como parece, son ellos dos, esperemos que el debate se polarice tanto como para recordar que el expresidente es el principal peligro para la democracia en América. Algo que realmente está en juego si Trump vuelve a la Casa Blanca.

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