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Los horarios comerciales en Barcelona

La apertura de tiendas en festivos debe dinamizar la economía al mismo tiempo que beneficia al trabajador

La apertura de tiendas en Barcelona los domingos y festivos de verano se limita a los barrios céntricos y turísticos

La apertura de tiendas en Barcelona los domingos y festivos de verano se limita a los barrios céntricos y turísticos / Jordi Otix

Este domingo las tiendas del centro de Barcelona podrán volver a abrir. Y será así durante todos los festivos durante los próximos cuatro meses, hasta el 11 de septiembre (la Diada), en aplicación del pacto de horarios comerciales que ya se estrenó el año pasado. En este segundo año, se busca consolidar una fórmula coherente con lo que debería ofrecer una gran ciudad del siglo XXI. Tras años de intensos debates sobre el modelo comercial de Barcelona, se logró una solución en la que están de acuerdo representantes de sectores con intereses contrapuestos. Acotar las aperturas en días festivos a los meses de mayo a septiembre y a las zonas de más afluencia turística de Barcelona fue el punto de encuentro que permitió el pacto entre patronales de comercio, sindicatos y ayuntamiento. Entre la rigidez horaria (que dificulta adaptarse a los nuevos hábitos del consumidor) y la liberalización total (que puede dejar desprotegidos tanto a trabajadores como a pequeños comerciantes), se llegó a un punto medio que facilitó el consenso.

El pacto se puso en marcha en 2022 con la triple intención de reactivar los comercios tras la pandemia, incentivar el turismo y aumentar la contratación. En una ciudad turística y de servicios como Barcelona, las compras son un motor de dinamización económica. Era lógica la demanda del sector turístico y de los grandes ejes comerciales de ampliar el restringido calendario de festivos de apertura de tiendas (una decena de días al año), y tras la experiencia de 2022, los resultados fueron en general positivos en cuanto a ventas. No obstante, el acuerdo flojeó en un punto que este año ha intentado corregirse: reforzar las garantías laborales. Los sindicatos denunciaron que algunas empresas no respetaban la voluntariedad de los trabajadores y que tampoco reforzaron las plantillas para cubrir esos días de trabajo extra. Los convenios sectoriales que se han firmado desde entonces han mejorado este aspecto (al tener rango normativo, su incumplimiento se puede someter a Inspección de Trabajo). Acabado septiembre, se comprobará si se ha cumplido el tercer objetivo del acuerdo, y el impulso económico de abrir las tiendas en festivos redunda también en beneficios para el trabajador y en un aumento de la ocupación

Si la ventaja económica para los grandes ejes comerciales está clara, la tradicional resistencia de las tiendas pequeñas que no se pueden permitir abrir en festivos también se entiende, por el temor de una 'fuga' de sus clientes habituales. El acuerdo busca protegerlas al permitir que levanten las persianas los domingos solo las tiendas en las zonas turísticas. Esta limitación es positiva, porque la singularidad de los tejidos comerciales de los barrios debe cuidarse. Sin embargo, también las pequeñas tiendas se enfrentan al desafío de adaptarse a una nueva realidad. Uno de los cambios más destacados que trajo la pandemia fue el crecimiento del consumo 'online': el teletrabajo, las plataformas de 'streaming' y el comercio electrónico, que si antes ya suponía un reto para las tiendas físicas, ahora su competencia es innegable. La clave del éxito de los negocios es cambiar a tiempo cuando el consumidor cambia, y puede ser contraproducente mantener dinámicas propias del pasado, cuando el consumidor hoy puede comprar con un clic a cualquier hora y día del año y cuando en muchos otros sectores se está apostando por la flexibilización laboral.