Escribir para arraigarse

Es mayo, entro en una librería y tengo una sensación de amplitud y silencio, como de domingo por la mañana en un barrio tranquilo de la gran ciudad. No me refiero a los clientes, sino a las mesas de novedades. Un mes después de Sant Jordi ha quedado atrás el atasco en el tráfico y los libros se ordenan con calma. Es la hora de quien puede evitar las aglomeraciones sabiendo que tiene lectores que le están esperando, como Irene Solà con la novela 'Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres' (Anagrama); es la hora de las reediciones con aires de novedad, como 'La festa de Gerald' de Robert Coover (Quaderns Crema). Y también es un buen momento para lecturas que obtienen el beneficio de la pausa, como 'Matar el nervi' de Anna Pazos (La Segunda Periferia).

Catálogo de intentos

'Matar el nervi' es un híbrido entre el periodismo literario y la memoria personal, pero más allá de etiquetas es sobre todo un texto con momentos deslumbrantes. Pazos habla de los "intentos fallidos de arraigo" que se han sucedido durante su juventud, y el libro también funciona como un catálogo de esos intentos. Viajes y estancias en otras ciudades y países, a medio camino de la fuga y la aventura, de la búsqueda y la desaparición, y que ahora, desde la edad adulta, parecen encontrar en su prosa una especie de acción analgésica.

Este efecto se logra a través de la reunión feliz de diversas cualidades: un don para la observación; una lucidez a la hora de describir los miedos y deseos que mueven a las personas; una penetración moral que le permite incluir una mirada sobre la actualidad latente, como con el conflicto en Israel y Palestina, o el movimiento MeToo y el feminismo. Pazos tiene facilidad para acercarse a personas límite, desclasadas o a medio formar, seres que se encuentran en un cruce vital o atascados en una pesadilla virtuosa, y que son el contrapunto exterior de una inquietud familiar. Todo esto, además, lo consigue con un tono y una voz personales, "el bien más preciado", que se expresan en una lengua rica, viva, que sabe reflejar luces y sombras vitales. Como este tiempo de mayo, esto es.

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