NEWSLETTER

El infierno de las ocupaciones

Manifestación contra okupas en la Bonanova

Manifestación contra okupas en la Bonanova / CAPTURA VÍDEO

Albert Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El día que empieza la campaña electoral, una marca blanca de Vox llamada 'Desokupa' la lía para pedir el desahucio de un edificio en la Bonanova. Un barrio en el que no suelen haber ocupaciones habitacionales sino más bien de corte ideológico, de los hijos de propietarios que se rebelan, como todo buen adolescente, contra el modo de vida de sus padres hasta que lo hacen suyo. Y un barrio en el que tampoco hay manifestaciones en contra porque ya se sabe que esto es cosa de los chicos. Pero a la política en campaña no le amarga ningún dulce. En las secciones censales vecinas al inmueble ocupado ganó las elecciones del 2019 el Ciutadans de Manuel Valls con más del 25% de los votos. La algarabía de estos días no es más que la pugna por esos votos que libran la sucesora de Valls en Ciutadans, Ana Grau, la que fue su correligionaria que se presenta por Valents, Eva Parera, y Vox que hace 4 años solo rascó en ese barrio el 1,8% de los votos frente al 19 y el 17 por ciento de Junts y Esquerra o casi el 10% de Colau. Ciertos despachos de Madrid deberían analizar datos como estos para entender qué pasa en Barcelona y en Catalunya.

Las ocupaciones son un asunto envenenado. El frame colauista analiza cualquier episodio como un fondo buitre especulando con el precio que trata de expulsar, con la ayuda de la policía y cobertura judicial, a familias vulnerables que no pueden acceder a la vivienda. Pero tras las lecciones aprendidas con la crisis del 2008 esos casos son los menos. El frame de la gente como Desokupa es que las autoridades no hacen nada contra unas ocupaciones que no responden a ninguna necesidad sino a la mera apología contra la propiedad privada. Guerra de clases versus guerra cultural son actualmente las dos caras de la misma moneda del populismo. La realidad es que hay un problema de acceso a la vivienda que las ocupaciones no solucionan, que hay mafías que amparadas en este despropósito se dedican a sacar tajada de las ocupaciones y que hay jóvenes que hacen de la contracultura un modo de vida. Todo suficientemente preocupante para saber que no se soluciona con una manifestación. 

Suscríbete para seguir leyendo