Políticas valientes para que los cambios sean a mejor

En todos los ámbitos de la vida observamos con especial vértigo los cambios que últimamente se producen a una velocidad arrolladora. Las noticias se convierten en “pasadas” a las pocas horas de publicarlas. Cambios tecnológicos e innovaciones dejan desfasados objetos, productos y con ello negocios y puestos de trabajo.

La llamada inteligencia artificial irrumpe con fuerza con herramientas que pueden generar imágenes, diseños, artículos que incrementan la productividad del trabajo y con ello, el desplazamiento del factor humano. Como dijo nuestra presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no es que vivamos una era de cambios sino un cambio de era. 

Además, la globalización y la digitalización ayudan a las fusiones empresariales y a las deslocalizaciones, las reducciones de plantillas y, con ello, nuevos retos y desafíos fiscales, laborales y sociales para los estados y su ciudadanía. 

Y en este contexto, hacen un flaco favor al interés general los que reducen la complejidad del momento a las recetas de bajadas de impuestos. Los impuestos deben ser los justos y necesarios, con los que conseguir mayor protección y seguridad. Siempre defienden la bajada de impuestos aquellos que no los necesitan, aquellos que han votado en contra de un gravamen extraordinario a los sectores más beneficiados por la inflación como son las energéticas y los bancos, aquellos que opinan que tenga mejor educación y sanidad quien se la pueda pagar.

Plan de recuperación, transformación y resiliencia

Por nuestra parte, los socialistas hacemos de la política el mejor instrumento para corregir las desigualdades que los cambios generan. La complejidad del momento requiere de análisis, estrategia y planificación, en continua revisión. Y el plan de recuperación, transformación y resiliencia es el proyecto de España que mejor radiografía el cambio de época en el que estamos inmersos y las políticas necesarias en busca de mayor bienestar, cohesión social y territorial.

El plan pretende la recuperación de la crisis generada por la pandemia a la vez que afronta los nuevos desafíos de nuestra sociedad. Supone nuevas oportunidades de inversión y de creación de nuevos nichos de empleo. Buscamos un modelo productivo más sostenible y eficiente haciendo de la economía circular fuente de generación de trabajo y valor económico. Un plan con agenda urbana y rural, que promueve infraestructuras y ecosistemas resilientes, que camina hacia una transición energética justa e inclusiva, que promueve una nación emprendedora, con visión de futuro basada en la ciencia y el conocimiento, un plan de choque para la nueva economía de los cuidados y la prevención ante unas vidas cada vez más largas. 

En el Congreso de los Diputados ya hemos aprobado en esta legislatura 210 leyes. La nueva ley de formación profesional, la ley de ciencia y la ley de empleo… caminan todas hacia el refuerzo del capital humano para una mayor empleabilidad en empleos de más calidad. La reforma laboral ha conseguido ya, de hecho, reducir a mínimos históricos la temporalidad, sin que ello se haya traducido en destrucción de empleo. 

Empleo y pensiones

La celebración esta semana del Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, ha sido buena oportunidad para recordar de dónde venimos y hacia dónde vamos. Vamos hacia nuevos tiempos, hacia proyectos piloto de reducción de la jornada laboral, por ejemplo. Y venimos de aprobar, por primera vez en España, la Estrategia nacional de impulso del Trabajo autónomo 2021-2027 y también la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. Y también, en cumplimiento a las recomendaciones del Pacto de Toledo, la reforma del sistema público de pensiones que blinda el poder adquisitivo de los pensionistas a la vez que garantiza la suficiencia y la equidad del sistema. 

Se han alcanzado hasta 17 acuerdos esta legislatura y es necesario que, en el ámbito de la negociación colectiva, los agentes sociales continúen dialogando para conseguir mejoras salariales acordes a la evolución de la economía. La Agencia Tributaria y el Banco de España han constatado el aumento de los beneficios empresariales durante el último año, por lo que es un acierto el anuncio por parte de la vicepresidenta Nadia Calviño de la creación del observatorio de márgenes empresariales.

Un observatorio que permita tanto un mejor conocimiento de la dinámica de precios, detectar posibles efectos de segunda ronda por el lado de sectores con mayor poder de mercado por parte de algunas empresas, además de una información muy útil en los acuerdos de convenios colectivos por parte de los agentes sociales.

El Gobierno ha adoptado medidas para paliar los efectos de la inflación, pero es importante conseguir mejoras salariales en el marco de las relaciones laborales. El diálogo social debe continuar.

En esta legislatura el sistema fiscal ha ido adaptándose a los nuevos tiempos sin lastrar el crecimiento económico y debemos continuar en tal estrategia. Esta semana hemos conocido nuevos datos económicos que nos indican que el crecimiento del PIB del primer trimestre de 2023 refleja un crecimiento en términos interanuales del 3,8%, lo que supone 9 décimas más que en el trimestre anterior. Los principales factores que han impulsado el crecimiento han sido las exportaciones y la inversión. No se cumplen una vez más los presagios negativos de la derecha española, España es objeto de admiración internacional y la estrategia del Gobierno de España se consolida: 

“Crecer y generar riqueza para redistribuir y redistribuir, para no parar de crecer, es la nueva receta para conseguir progresar en bienestar ante el cambio de era que vivimos”.