La negociación colectiva, indispensable para distribuir la riqueza

Llegamos a este Primero de Mayo con unas reivindicaciones sobre la mesa sin olvidar todo lo logrado durante los últimos años: hemos ganado derechos para las personas trabajadoras gracias al diálogo y la concertación social, se ha multiplicado por cinco la contratación indefinida gracias a la reforma laboral, se ha subido el SMI un 64% en los últimos siete años y se ha logrado un acuerdo para subir las pensiones un 8,5%.

La concertación social es un elemento constitutivo de nuestra sociedad y eje principal para avanzar en derechos, por ello no puede depender de quién gobierne ni de los resultados electorales. En nuestro país hacen falta mejoras en servicios de empleo, más personas orientadoras y una subida de salarios y condiciones en los sectores que demandan personal y que solo ofrecen precariedad.

Las grandes corporaciones de los sectores de la comunicación, la energía, las financieras y las distribuidoras, tienen beneficios muy elevados. Mientras las pequeñas empresas y autónomos sufren que las grandes empresas sean las que marquen los precios y les subcontraten con cláusulas abusivas que se ven obligados a aceptar para trabajar y generar ingresos.

Planteamos nuevas alianzas y metas para una redistribución justa de la riqueza.

En las últimas décadas las rentas del trabajo han perdido peso frente a las rentas del capital, pero la productividad ha aumentado un 10% frente a los salarios que han caído más de un 5%. Si conseguimos subir los salarios con el IPC se considera un éxito, pero la tasa de beneficios de las empresas, su productividad y el propio crecimiento del PIB están por encima del crecimiento de los precios y los salarios. Tenemos que ir más allá del IPC. Hay cadenas de producción y suministros donde sin generar un valor añadido se suben los precios muy por encima de la subida de costes.

Reforzar la negociación colectiva para la justicia social

La negociación colectiva es la herramienta clave para distribuir la riqueza que se genera en nuestro país. Necesitamos un acuerdo social amplio para que funcione y se consolide como un valor y elemento central del país. El diálogo social es imprescindible para mejorar la vida de la gente, para el funcionamiento de la economía y la creación de empleo. Existen dos formas de redistribuir la riqueza: la fiscalidad justa y progresiva a través de políticas públicas, y los salarios que se mejoran y conciertan a través de la negociación colectiva.

La reforma laboral y la insistencia sindical, se está notando ya en la negociación colectiva de los convenios firmados este primer trimestre de 2023 con una subida pactada del 4,82% frente el 2,91% de 2022.

Es imprescindible que continuemos hablando del precio y las condiciones del despido, ya que en España todavía es muy fácil y barato despedir. También de la transición ecológica justa de la economía y de la transformación del sistema productivo. Se tiene que continuar reduciendo la brecha salarial entre hombres y mujeres y avanzar hacia la igualdad real. Ganar derechos LGTBIQA+ en el mundo laboral e impulsar con más fuerza la formación profesional dual, hacer crecer la inspección de trabajo para eliminar los espacios de trabajo precario que aún resisten y avanzar con fuerza hacia la semana laboral de 32 horas. Estas reivindicaciones seguirán estando en el centro de la agenda de UGT, el Primero de mayo y el resto de días del año.