Pilares para el bienestar

Gestionar, gestionar y gestionar… así acababa el miércoles su comparecencia en tribuna el presidente del Gobierno. Esa va a ser la única respuesta socialista frente a los discursos agoreros de la derecha y de la ultraderecha. 

Desde el inicio de legislatura, el Partido Popular y Vox han sido partidarios de la máxima de “cuanto peor, mejor”. Por eso no arrimaron el hombro durante la pandemia; por eso, desde la invasión de Ucrania por parte de Putin, tratan de generar incertidumbre entre los y las españolas, crear dudas sobre la economía española y cuestionar la capacidad de gestión de los Fondos Europeos a nivel internacional. Su misión, lejos de defender el interés general, es derrocar al Gobierno español. La imagen que dan los voceros del Apocalipsis, ya sea mediante predicadoras evangélicas o seniles aspirantes a la presidencia, lejos de desgastar al presidente del Gobierno, nos recuerda, no sin tristeza, a la España de la charanga y la pandereta.

Como contraposición, el trabajo incansable tanto del Ejecutivo como del legislativo. Se han aprobado más de doscientas leyes en cuatro años. Normas que mejoran las condiciones de vida de la ciudadanía. Normas que apuestan por el bien común. Lo hemos podido ver, una vez más, las últimas horas. Pedro Sánchez, en una especie de justicia poética, decidía movilizar 50.000 viviendas de la Sareb y financiar, con 4.000 millones de Fondos Europeos, la promoción de 43.000 viviendas destinadas al alquiler a precios asequibles. Un total de 93.000 viviendas que, junto a la ley de Vivienda, avanzan de manera sustancial en el derecho a la vivienda reconocido por la Constitución española, pero nunca practicado por nuestra democracia. 

Y no, no es una estrategia electoral socialista. Basta hacer memoria y recordar la Historia de la Sareb. La Sareb es fruto de las políticas de recalificación del suelo y la burbuja inmobiliaria del Partido Popular. Fue creada en 2012 para gestionar y vender las viviendas fruto de los desahucios que las entidades financieras habían robado a miles de familias, con la connivencia del Partido Popular. 

Durante el Gobierno de Mariano Rajoy, la mayoría de esos activos se vendían a fondos buitres. Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, el 90% de esos pisos se han dirigido a ciudadanos y ciudadanas con necesidades de vivienda. Una muestra clara y explícita de las diferencias entre el PP y el PSOE. Mientras que unos desahucian a los y las ciudadanas más vulnerables y rescatan a las élites; otros, defendemos y hacemos realidad un derecho constitucional y apostamos por construir el quinto pilar del Estado del Bienestar. Ese es el cometido de la socialdemocracia y de este Gobierno: ampliar derechos, construir pilares y defender lo justo. En definitiva, mejorar la vida de la ciudadanía.