El regalo de Florentino

Las cosas no son siempre lo que parecen. La respuesta del Madrid a las duras palabras de Laporta es, a primera vista, un contraataque. Y sin embargo, imagino algo así como una fiesta con luces y música en las oficinas del Camp Nou cuando este lunes, en horario de sobremesa nocturna, el club blanco propagó en redes un vídeo en el cual acusaba al Barça de ser el equipo del régimen. 

Más allá de la mucha o poca gracia que les pueda haber hecho a los que sufrieron la dictadura franquista, la réplica blanca es un regalo. Permite desviar la atención del caso Negreira a un debate mucho más cómodo para el barcelonismo. Si no fuera porque sabemos que ambos clubes están muy enfadados entre sí por el caso Negreira, cualquiera diría que Florentino le ha vuelto a hacer –supondremos que involuntariamente-- un favor a Laporta.

Los enemigos externos

El presidente del Barça no lo tenía fácil en su comparecencia. El reto era explicar algo que no se puede explicar, de manera que la estrategia fue simplificar el relato: el Barça no ha comprado árbitros. A partir de aquí, Laporta se puso el traje de víctima y abrazó el discurso del enemigo externo con dos blancos fáciles. 

Acusó Laporta a Tebas de ser un "bombero pirómano" y no le falta razón. De hecho lo extraño es que dada su incontinencia verbal -- que diría el presidente azulgrana --, aún no haya respondido

Acusó a Tebas de ser un "bombero pirómano", no le falta razón. De hecho lo extraño es que dada su incontinencia verbal --que diría Laporta--, aún no haya respondido. Lo hará, no lo duden. En cambio, el Madrid, a quien señaló por haber sido favorecido arbitralmente durante siete décadas, mordió el anzuelo.

Guerra abierta entre las dos instituciones y oportunidad para trasladar la discusión sobre quién tenía más cercanía con el régimen franquista. El Barça parte con ventaja en ese campo de batalla y qué lejos quedan ya esos informes de Negreira. 

Mientras tanto, Laporta evitar citar directamente a Florentino, incluso se muestra comprensivo. Nadie se atreve a dar por rota la relación entre ambos, pero si el futuro no nos trae un cambio de socios, y de proyecto común, acabaremos pensando que aquí hay teatro del bueno, que diría Mourinho. 

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